Uno de cada cinco jóvenes españoles pasa más de dos horas al día en TikTok, un tiempo que supera el umbral recomendado en el uso de las redes sociales y que aumenta el riesgo de sufrir problemas de salud mental. Esta es la conclusión a la que llega un estudio liderado por la Universitat Pompeu Fabra (UPF), en colaboración con la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), y que recientemente se ha publicado en abierto en la revista Nature. Para elaborarlo se han tenido en cuenta tres variables en relación con el bienestar digital: la autocapacidad de los jóvenes de establecer límites en el tiempo de conexión; la de generar conexiones sociales y comunidad; y la misma capacidad de resiliencia emocional.

Este estudio también indica que hay más chicas (24,37%) que chicos (15,45%) que tienen un consumo de riesgo de la red social china. Mònika Jiménez, profesora del departamento de Comunicación de la UPF advierte que “cuanto más tiempo pasan los jóvenes en Tiktok, menos capacidad tienen para establecer límites en sus tiempos de conexión a la APP”, y, además, alerta que hay una correlación entre los datos sobre el consumo de redes y los trastornos de la salud mental.

También concluye que se mantienen los roles tradicionales de género en los contenidos consumidos en TikTok entre los chicos y chicas adolescentes. Los primeros consumen contenidos relacionados con los videojuegos y deportes profesionales, mientras que ellas ven más contenidos de moda y belleza. En este sentido, Mireia Montaña, profesora del departamento de Ciencias de la Información y Comunicación de la UOC, remarca que los contenidos que consumen los adolescentes muestran «una persistencia de los roles tradicionales de género en las preferencias de consumo digital».

Tik Tok / EP
Imagen de archivo de la aplicación china TikTok / EP

Medidas para fomentar hábitos digitales saludables

Ante estas cifras, y más allá de las medidas de control parental o los programas educativos para fomentar hábitos digitales saludables, el estudio propone realizar auditorías regulares del algoritmo de TikTok para «evitar sus potenciales efectos adictivos». Asimismo, subraya que se necesitan programas educativos para promover hábitos digitales saludables entre los jóvenes y para dotar a sus familias de más estrategias de acompañamiento para hacerlo posible, con perspectiva de género. Por otro lado, el estudio alerta que las medidas restrictivas indiscriminadas no funcionan, sino que es necesario fomentar que cada joven mantenga un nivel de consumo moderado de las redes sociales, que se adecue a sus intereses y necesidades.

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