El gobierno municipal de Girona lleva meses buscando soluciones imaginativas para acatar la sentencia de un tribunal español que les obliga a colgar en la sala de plenos del Ayuntamiento un retrato de Felipe VI. El ejecutivo liderado por el cupaire Lluc Salellas, finalmente, ha cumplido con un giro en las órdenes de la judicatura, impuestas a instancia de Vox: han colgado un retrato compuesto por un mosaico de fotografías del 1 de Octubre. Con este gesto, aseguran, «acatamos pasando al ataque». «La imposición ha venido por parte de la extrema derecha y la justicia española», ha afirmado Salellas; que asegura que la imagen mantiene la «voluntad de independencia» de los gerundenses.
La batalla del gobierno de la ciudad se disparó a finales del mes de abril de este año, cuando el juzgado contencioso administrativo número 2 de Girona dio la razón al concejal de Vox, Francisco Javier Domínguez, que buscaba forzar al Ayuntamiento a colgar una imagen del rey español en el salón de plenos. A pesar de que no estaba de acuerdo con la sentencia, el alcalde no veía sentido a recurrir contra ella, porque «el Estado protege la monarquía». «Ya sabemos cómo acabará», lamentaba en una entrevista con la Agencia Catalana de Noticias (ACN).
«No normalizar lo que pasa»
Vista la indefensión del gobierno municipal ante la justicia española, Salellas lleva tiempo planteando alternativas para cumplir las órdenes del juez mientras «muestra su rechazo a la monarquía borbónica». “Soy un alcalde republicano, y por lo tanto no normalizaré lo que está pasando; Girona no tiene rey y quiere poder decidir”, respondía en la misma conversación con la ACN. Finalmente, ha cumplido la resolución meses después de que se agotara el plazo que le otorgó el juzgado, de dos meses desde la notificación de la sentencia, el pasado 29 de abril. Como complemento a esta medida, han dedicado el espacio de la entrada al salón de plenos a las concejalas republicanas.
