Los Mossos d’Esquadra y la Guardia Civil han registrado durante más de 12 horas las instalaciones del laboratorio IRTA-CReSA, en Bellaterra (Cerdanyola del Vallès), como parte de la investigación para determinar el origen del brote de peste porcina africana (PPA). El registro, ordenado por el Juzgado de Instrucción número 2 de Cerdanyola del Vallès, comenzó a primera hora de la mañana del jueves y pasadas las 22.00 aún había varios vehículos policiales a la espera de terminar con el registro. Las diligencias previas del caso han sido declaradas secretas. La única información que han facilitado los dos cuerpos policiales es que se han seguido los «protocolos y medidas de seguridad que requieren este tipo de centros de investigación».
El IRTA-CReSA ha confirmado que ha sido «objeto de una actuación policial de verificación y registro» y que los Mossos y la Guardia Civil han recogido documentación relacionada con las investigaciones que realizan en el centro. La entidad ha recordado que hay «diversas líneas de investigación complementarias», todas «orientadas a esclarecer el origen del virus con rigor y transparencia». Una de las líneas de investigación es que el brote de la peste porcina se originó por una negligencia de alguno de los empleados del laboratorio, que podría haber facilitado la liberación del virus. El registro se ha prolongado durante todo el día porque los agentes debían realizar un trabajo minucioso y técnico para recoger toda la documentación necesaria. Según la Agencia Catalana de Noticias (ACN), también se han llevado algunas muestras.

El Gobierno reclama «prudencia»
Con relación al registro, la portavoz del Gobierno y consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque, ha pedido “máxima prudencia” y no adelantarse al ritmo de la investigación. En una rueda de prensa desde el Parlamento, Paneque recordó que “no hay ningún dato o información que permita ni negar ni validar” la responsabilidad del IRTA-CReSA en la expansión del virus. Hasta ahora se han registrado 26 positivos entre los jabalíes encontrados muertos en la zona cero de la infección. “No podemos ni confirmar ni desmentir una cuestión que se está investigando”, ha insistido.
