El 9-N supuso un éxito colectivo. Fue una respuesta masiva de la sociedad catalana a pesar de la amenaza de represión. Más allá del día de la consulta sobre la independencia, el partido mayoritario del Parlamento y que ostentaba el Gobierno de la Generalitat, CDC -en coalición con Unió Democràtica de Catalunya- y bajo el liderazgo de Artur Mas había preparado el día después. En resumen, tenía dos propuestas concretas para «encarar la recta final del proceso de transición nacional después del 9-N», a la que se añadía una tercera idea que defendían ERC, la ANC, Òmnium Cultural y la AMI, así como la misma CDC.
Los documentos, a los que ha tenido acceso El Món, quedaron en manos de las direcciones de las formaciones y de las entidades. La «síntesis» del documento eran tres propuestas concretas, pero la más destacable era la elaboración de una «constitución catalana» en el Parlamento. Una apuesta del presidente de la Generalitat. La propuesta conjunta se acordó en una reunión celebrada el 27 de diciembre de 2014, con las entonces presidentas de Òmnium Cultural y de la ANC, Muriel Casals y Carme Forcadell, el presidente de la AMI, Josep Maria Vila d’Abadal, y el presidente de ERC, Oriol Junqueras.

Una propuesta de constitución para «avanzar en el ejercicio del derecho a decidir»
La propuesta de Mas planteaba aprovechar la «mayoría existente en el Parlamento para avanzar en el ejercicio del derecho a decidir y en la construcción de las estructuras de estado necesarias para el buen fin del proceso de transición nacional». El plan suponía que los «grupos parlamentarios que estuvieran de acuerdo encargaran la elaboración de una propuesta de constitución catalana». Unas conclusiones que, una vez aprobadas, «se incorporarían como base conjunta de los programas electorales de las formaciones políticas que la aprobaran» para unas nuevas elecciones al Parlamento, que teóricamente, deberían ser plebiscitarias.
De hecho, estas elecciones se convocarían una vez hubiera finalizado el proceso de redacción y elaboración. Asimismo, preveía que durante el tiempo de redacción y antes de la conclusión del proceso legislativo, se aprovecharía para ultimar las estructuras de estado pendientes o en proceso de construcción. La previsión también incluía incorporar otras formaciones que estuvieran de acuerdo con el derecho a decidir y «ampliar la base de la defensa del futuro político de Cataluña».

Dos propuestas electorales más
La otra propuesta, expuesta por el mismo Mas en su conferencia posterior al 9-N, el 25 de noviembre en el Fòrum de Barcelona, era la famosa lista conjunta, con especialistas y técnicos con un programa común. Todo ello para hacer entender a todos que «el referéndum en forma de elecciones» se había «ganado». La tercera propuesta, acordada conjuntamente, se definía en el documento como «una síntesis entre la propuesta del presidente de la Generalitat y la del presidente de ERC».
En concreto, se trataba de una «lista transversal». Así, en el documento se definía como una propuesta que implicaría «aceptar el concepto de listas separadas pero posibilitando que hubiera una lista transversal encabezada por el presidente de la Generalitat». «Los partidos que no apoyaran o no se integraran en esta lista se presentarían en personas del mismo partido», aclaraba. La lista transversal acogería «personas de los partidos que la apoyaran, o de otras formaciones, así como miembros de la sociedad civil y del mundo profesional independiente».