El ilustrador y diseñador Jordi Magrià (Barcelona, 1960), el retratista del Procés más conocido por el seudónimo de Bicman, ha puesto a la venta su obra más famosa, el retrato a bolígrafo que hizo del presidente en el exilio y líder de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont porque necesita el dinero. Magrià ha hecho el anuncio a través de su cuenta en la red social X: “Vendo el original del retrato del MHP Puigdemont (56×56 cm, enmarcado con vidrio museo 70×70 cm)”. Además, recuerda que la imagen es una “pieza con historia y simbología”, que ha estado 6 años en la fachada de Amer, en papeletas europeas y en muchos estandartes. “La cifra es de 4 números, pero el primero es muy bajo”, añade sin revelar exactamente el precio que pide a los interesados.

Magrià, que se hizo conocido por haber dibujado a los principales líderes y personalidades del entorno independentista, ha explicado en conversación con El Món que lo ha puesto a la venta porque necesita dinero, ya que aún no le han aceptado la jubilación a pesar de cumplir con todos los requisitos. “Llevo seis meses sin cobrar la jubilación y tampoco puedo sacar el dinero del plan de pensiones porque no tengo la resolución”, explica, y detalla la compleja situación que vive porque su expediente ha vuelto tres veces de Cádiz, destino que debe resolver su expediente. “El problema es que devuelven el expediente aquí, desde aquí ven que es correcto, lo vuelven a enviar a Cádiz y en Cádiz lo vuelven a enviar”, y así tres veces. “Debe ser un funcionario patriótico, que ha mirado quién era yo y me quiere fastidiar”, sentencia.

“Lleg un momento en que el dinero va mermando”, admite, y pensó en poner a la venta este retrato, que “lleva mucha cola y tiene historia”. Sin embargo, y a pesar de la necesidad, asegura que no está dispuesto a venderlo por “cuatro duros”, y pide 3.000 euros por la obra. Hasta ahora, han contactado con él dos personas para interesarse por la obra, pero encuentran demasiado elevado el precio. “Si es por 1.000 euros, es que no hago nada”, reflexiona el autor de la obra, quien afirma que “si no consigo venderlo, la idea era regalárselo al presidente”.

«Mi esposa me dice que si me pongo en contra del presidente, me echa de casa»

El ilustrador deja claro que no vende la obra por “quién es” Puigdemont, sino que lo hace por lo que representa: “Se hizo por una buena causa que al final ha sido un engaño, pero el dibujo tiene mucha historia y mucha lucha detrás”. Sin embargo, y ante aquellos que lo ven como un “saldo”, deja claro que “de saldo nada”. En este sentido, defiende que Puigdemont “sigue siendo mi presidente”. “Él ha hecho más que nadie, y ha plantado cara al estado ñordo, por eso aún está en el exilio, mientras el resto está en casa”, expone, e ironiza que “mi esposa me dice que si me pongo en contra del presidente, me echa de casa”. “A los que confundís los motivos de la venta del retrato, os informo, que es la pieza que más valoro de todas las que he dibujado”, sentencia en un nuevo comentario en X.

Asimismo, detalla que invirtió unas 100 horas en hacer este retrato y que con sus obras retratos, que recorrieron el país con más de una cincuentena de exposiciones, colaboró con la caja de solidaridad. “Para ser exactos ingresé 12.000 euros, que me los podía haber quedado”, señala, y añade que “el arte se paga, y he hecho un montón de retratos gratis para recaudar dinero”. En este sentido, opina que “debería comprarlo algún político de Junts, es su jefe, y no será por el dinero que cobran”, pero en la conversación con este diario manifiesta que es un “comentario en caliente” en las redes y que él cree que el comprador “será alguien del entorno de Junts y favorable a Puigdemont”.

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