Las cartas de cada uno están sobre la mesa. Sin voluntad de romperlas, pero sí de hablar sobre estas cartas. Así ha quedado claro después de la reunión entre el presidente Puigdemont y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, que ha durado casi una hora y media en el Palau. Puigdemont, que ha manifestado que “está abierto a hablar con todo el que lo pida”, ha querido agradecer a Sánchez el gesto de querer reunirse con él y normalizar las relaciones, un hecho que, como ha explicado la consejera Neus Munté en rueda de prensa, “marca la primera diferencia entre Pedro Sánchez, con voluntad de hablar y de establecer sinergias, y Rajoy, que ha cerrado puertas durante cuatro años”. Ahora bien, no se ha hablado de soportes a una hipotética investidura, si bien la precepción del Govern es que Sánchez ha venido a Barcelona más en calidad de candidato que no de secretario general del PSOE.
Puigdemont ha expresado su malestar a Sánchez por sus referencias a un supuesto problema de convivencia, y le ha recordado que el 80% quieren un referéndum, y un 87% aceptarían el resultado de la consulta, por lo tanto, eso quiere decir que no hay ninguna crisis de convivencia ni se la espera. También le ha expresado que cualquier acuerdo político en Madrid ha de blindar la inmersión lingüística, una cuestión central para el Govern y para la sociedad catalana, y no aceptaremos ningún matiz.
Por otro lado, Puigdemont ha trasladado a Sánchez la necesidad de que el PSOE “tome una posición política sobre el juicio político del 9N”, y le ha recordado que la hoja de ruta se mantiene absolutamente inalterable, “que es legal, legítima y validada en las urnas con una mayoría parlamentaria absoluta”. Así, Puigdemont le ha dejado claro que las posiciones son claras por parte de la Generalitat, “mantenimiento de la hoja de ruta pero también con la voluntad de crear un marco estable de diálogo”. Pero Sánchez no ha dado ninguna respuesta concreta, tal y como ha explicado Munté. De hecho, Puigdemont ha querido hacer ver al líder del PSOE que “el juicio político del 9N” está dando una mala imagen de la justicia y la política españolas, un hecho sobre el cual el presidente de la Generalitat cree que el PSOE habría de reflexionar si quiere propiciar un cambio político en España.
También han repasado las cuestiones del día a día de la política catalana, y Sánchez se ha interesado por la situación de las finanzas de la Generalitat y Puigdemont le ha expresado que estos problemas financeros “a menudo son demasiado humillantes”, así como la invasión competencial del gobierno del PP, la dejadez de las infraestructuras y también la agenda social. En este sentido, Puigdemont ha querido poner en valor el interés de Sánchez en estas cuestiones que “afectan la ciudadanía”.
Por lo que hace a la propuesta de Sánchez de una hoja de ruta para Cataluña basada en la reforma de la Constitución, Puigdemont ha estado claro recordándole que la hoja de ruta de Cataluña es “otra”, de manera que “no nos encontrarán en esta reforma”, ha transmitido Munté sobre la reunión entre los dos líderes políticos.
