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Alexandre Olmos, sobre el magnesio: «Mejora la energía y el estado de ánimo en semanas»

Según el médico epigenetista Alexandre Olmos, sus efectos se notan en pocos días y pueden transformar el estado general en tan solo un mes.

Dormir mejor, reducir el estrés y recuperar el entusiasmo por el día a día son efectos reales de una buena suplementación con magnesio. Este mineral esencial no solo interviene en procesos musculares, sino también en el funcionamiento mental y la estabilidad emocional.

¿Por qué es tan importante el magnesio?

El magnesio participa en más de 300 funciones biológicas. Regula desde la actividad muscular hasta el ritmo cardíaco, el sistema inmunitario y la producción de energía celular. No obstante, sigue siendo uno de los nutrientes más deficitarios en la población general.

Para Alexandre Olmos, especialista en medicina epigenética, esto no es menor: “La mayoría de personas no sabe que se siente mal porque no recuerda cómo es sentirse bien”, afirma.

Cuando falta magnesio, el cuerpo se vuelve más irritable, el sueño pierde calidad y aparece una sensación de agotamiento inexplicable. A menudo, quien lo padece no lo asocia con un desequilibrio nutricional.

“En semanas sientes más energía y claridad”

Olmos ha visto cientos de casos en los que una buena suplementación con magnesio ha producido cambios sustanciales.
Describe los efectos por fases, desde los primeros días hasta el primer mes:

  • “Los primeros días, los músculos se relajan, desaparecen los calambres y el sueño mejora notablemente.”
  • “A las dos semanas, se reduce la ansiedad, disminuye la tensión y la mente se siente más clara.”
  • “Al cabo de un mes, te despiertas con más energía, más equilibrio emocional y un cuerpo menos reactivo al estrés.”

Estos resultados, aunque no universales, se repiten con frecuencia. Para el especialista, el problema no es mental ni emocional en muchos casos, sino bioquímico y corregible.

¿Cómo saber si te falta magnesio?

Uno de los grandes retos es que una deficiencia de magnesio no siempre aparece en los análisis de sangre estándar. Esto es porque solo un pequeño porcentaje circula en el plasma; el resto se almacena en músculos y tejidos.

Entre los síntomas más frecuentes se encuentran:

  • Cansancio persistente
  • Insomnio o sueño ligero
  • Ansiedad leve o constante
  • Tensión muscular
  • Dolor de cabeza frecuente
  • Irritabilidad o estado de ánimo bajo

Para obtener una evaluación más precisa, Olmos recomienda hacer una prueba epigenética personalizada, que permite detectar carencias y adaptar el tratamiento a las necesidades reales de cada persona.

No todos los tipos de magnesio son iguales

En el mercado existen múltiples formas de magnesio: citrato, glicinato, cloruro, malato, entre otros. Cada una tiene propiedades diferentes de absorción y efectos.

Olmos advierte que “no todas las personas reaccionan igual al mismo tipo”, y que es clave elegir la presentación según el objetivo:

  • El glicinato de magnesio es ideal para mejorar el sueño y reducir la ansiedad.
  • El citrato ayuda al tránsito intestinal.
  • El malato puede ser útil para la fatiga física o muscular.

Consultar con un profesional es indispensable antes de suplementarse, especialmente si se toman medicamentos o se padecen enfermedades crónicas.

El estrés: enemigo invisible del equilibrio mineral

El estrés no solo afecta la mente. También agota las reservas internas de micronutrientes, como el magnesio, el zinc y el potasio. Este consumo acelerado contribuye al desequilibrio emocional y físico.

Según Olmos, “el cuerpo bajo estrés consume más magnesio del que puede reponer con la dieta actual”. Esto genera un círculo vicioso: cuanto más estrés, más pérdida de minerales; cuanto más déficit, peor tolerancia al estrés.

Su propuesta es clara: combinar estrategias psicológicas con apoyo nutricional y estilo de vida. La recuperación del equilibrio emocional comienza también desde la fisiología.

¿Te falta energía o motivación? Tu cuerpo podría estar pidiendo magnesio

“No es magia, es biología”, resume Olmos. Para él, muchos trastornos leves de estado de ánimo, fatiga o insomnio tienen causas concretas que pueden corregirse con una intervención nutricional.

El magnesio se presenta como un aliado silencioso, pero eficaz. No sustituye un tratamiento médico o psicológico cuando es necesario, pero puede ser una pieza olvidada del bienestar.

¿Te has suplementado alguna vez con magnesio? ¿Te has sentido identificado con alguno de estos síntomas? Cuéntanos tu experiencia o consulta con un profesional para valorar si este mineral puede marcar la diferencia en tu día a día.

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