El Banco Sabadell cierra el último frente activo de la OPA hostil fallida del BBVA. Según ha informado la entidad catalana este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el millonario mexicano David Martínez Guzmán, el accionista y consejero dominical que aceptó vender sus acciones al Banco de Bilbao, ha renunciado a su puesto en el consejo de administración. Martínez habría trasladado al resto del consejo su dimisión en la reunión celebrada esta misma mañana.
Martínez, cabe recordar, es el primer accionista individual del Sabadell. A través de su fondo, Fintech Europ SARL, controla poco menos del 4% del capital social del banco catalán, solo superado por gigantes como BlackRock o socios estratégicos de la talla de Zurich. Anunció que accedería a las condiciones propuestas por el BBVA en la segunda reunión del consejo para valorarlas, cuando la Vela mejoró un 10% la oferta y eliminó el componente en efectivo para evitar fisuras fiscales. Entonces, la decisión del mexicano generó un revuelo importante, en tanto que parte del entorno de los dos bancos la veía como un avance de la posición del resto de grandes inversores y, por tanto, como un presagio de la victoria del Banco de Bilbao.

Cabe recordar que varios actores relevantes del banco, en aquel momento, se lanzaron al cuello del inversor mexicano. Es el caso de la asociación de accionistas minoritarios, que llegó a sugerir posibles «pactos ocultos» entre el BBVA y Martínez. Tanto el mismo consejero como el presidente del BBVA, Carlos Torres, negaron cualquier entendimiento fuera de la oferta oficial.
Resolución
Tras el fracaso de la OPA, la directiva del Banco Sabadell insistió en que la relación con Martínez era buena, y se mantendría en el consejo de administración hasta que él mismo quisiera. El consejero delegado, César González-Bueno, lo reiteró en varias atenciones a los medios posteriores al tropiezo del BBVA, y no previó ningún cambio en este sentido. De hecho, el inversor abandona el consejo, pero no ha declarado ningún movimiento respecto a su participación en el capital catalán: en la CNMV consta aún su 3,86% entre los accionistas relevantes. Por su parte, la cúpula vallesana también mantiene el silencio respecto a su sustitución.


