Los últimos avances de la OPA hostil de BBVA sobre Sabadell han desatado las estrategias de ambas entidades. Tras una nota del consejo de administración de Sabadell especialmente agresiva, BBVA se ha lanzado a captar a los inversores vallesanos para que acepten sus condiciones. Así lo ha expresado en una entrevista con RTVE el presidente del banco opante, Carlos Torres, quien ha intentado presionar al accionariado catalán con el calendario. «Les animamos a que actúen ya, que acepten la oferta porque, si no lo hacen, perderán la oportunidad. Quedan pocos días», ha presionado. Tras la mejora del intercambio del pasado lunes, que frenó el período de aceptación durante tres días, el límite temporal para adherirse a la propuesta vizcaína se ha colocado en el viernes 10 de octubre -si La Vela no hace ningún movimiento para evitarlo-.
Tras el terremoto que sufrió el martes en el consejo de administración el banco catalán, cuando el millonario mexicano David Martínez Guzmán rompió el consenso de la directiva contra la OPA, Torres lo ha utilizado como bandera para atraer a más inversores catalanes. «La decisión de David Martínez, el accionista individual más grande del Sabadell, demuestra el enorme atractivo que tiene la oferta», ha argumentado el primer directivo. Martínez, cabe recordar, ya ha comprometido su paquete de acciones del Sabadell, un 3,86% del total, al BBVA, al considerar que «la consolidación en el Estado de ambas instituciones dará lugar a una entidad aún más competitiva». Y ha añadido: «Lo que es bueno para un accionista, el más grande, también lo será para el resto». Se ha sumado también el pequeño fondo Algebris, que solo cuenta con un 0,05% de las acciones -menos que el consejero delegado, César González-Bueno, por ejemplo-. Así, el Banco de Bilbao se habría asegurado un 3,9% del capital total, a la espera del resto de fondos institucionales y accionistas relevantes.

Desde Sant Cugat, cabe decir, no comparten que el movimiento de Martínez sea indicativo del atractivo de la OPA; ni mucho menos de las intenciones del resto de grandes inversores del Sabadell. El presidente del banco catalán, Josep Oliu, destacó en la presentación del informe negativo del consejo que el mexicano es «un fanático de las fusiones» y, por tanto, «nadie había quedado sorprendido» con su sí al BBVA. «Es un accionista muy diferente del resto: ni le importa el dividendo ni la carga fiscal», exponía Oliu; alejando al magnate y su fondo, Fintech Europe, del «70% del accionariado» que sí busca retribuciones. «Su 4% no tendrá ningún impacto, más allá de que el BBVA lo señale», apostilló Oliu.
«Confiado» en el 50%
Torres presiona a los accionistas catalanes, según ha anunciado, a pesar de la «confianza» que mantiene en el éxito de la OPA. La directiva vizcaína asume que llegará al 50% de los derechos de voto en primera instancia, lo que les permitiría llevar adelante la operación sin rodeos. Según la directiva vizcaína, además, habrían recibido un «apoyo mayoritario» por parte de los inversores con los que habrían podido estar en contacto, muchos de ellos grandes capitales.
El avance de Torres contradice el análisis de la situación que hace la directiva del Sabadell, que ve «imposible» que la OPA alcance el 50% de las acciones en primera vuelta. Tanto Oliu como González-Bueno advertían el martes que este umbral quedaría lejos «por el precio poco competitivo y por la estructura accionarial» del banco catalán. Más del 40% de los propietarios son minoristas, en general refractarios a unirse al grupo BBVA, mientras que un 5% corresponde a socios estratégicos de la entidad -la aseguradora suiza Zurich y la gestora de inversiones Amundi-. El 55% restante se reparte entre los fondos indexados (20%), que «apostarán según lo que crean que hará el mercado»; y los gestores activos, que (35%), habrían confirmado a la entidad catalana que ven «el precio por debajo de lo que esperaban».