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Asedio de la CUP a los ‘espías’ de los Mossos d’Esquadra

La Comisaría General de Información de los Mossos d’Esquadra vuelve a estar en el punto de mira de la CUP. Ahora por el caso Cornelius, destapado por este diario, sobre las fichas ideológicas que elaboran los analistas e investigadores de Información de los Mossos a activistas antifascistas o miembros de militancia de izquierda. Unas fichas que han aparecido aprovechando una investigación sobre una pelea entre aficiones de fútbol. La formación anticapitalista ha presentado una batería de preguntas y peticiones al departamento de Interior para aclarar las tareas de investigación prospectiva de la Comisaría General de Información. Todo en plena polémica por los agentes encubiertos del Cuerpo Nacional de Policía que se infiltran en los movimientos independentistas de izquierda.

En este sentido, el diputado portavoz de Interior, Xavier Pellicer, recuerda que ya pidió a la comisión de Estudio del Modelo Policial que se establezca un sistema de transparencia para que esta Comisaría de los Mossos d’Esquadra, dé explicaciones en el Parlamento de su actividad. Incluso, a través de la Comisión de Control de Materias Reservadas, que se reúne como mínimo dos veces por cada periodo parlamentario. La CUP quiere saber cuál es la tarea de los llamados «espías de los Mossos». El consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, tendrá que responder a las preguntas a pesar de que se plantean poder librar estos informes en una de las sesiones de la comisión de Materias Reservadas. De hecho, la batería de cuestiones para aclarar de la CUP supone que el mismo consejero ponga negro sobre blanco qué cargos de Interior y de la estructura de mando de los Mossos tienen acceso a estos informes.

El diputado de la CUP, Xavier Pallicer, en un momento de su intervención/David Aparicio-Parlament
El diputado de la CUP, Xavier Pallicer, en un momento de su intervención/David Aparicio-Parlament

Listados de informes

Pallicer ha reclamado por escrito, el listado de todos los informes sobre «radicalidad» que hayan realizado las áreas de información de los Mossos d’Esquadra. Un listado que tendría que incluir el título, la extensión, agentes firmantes, los mandos que han autorizado u ordenado la investigación, ideología y objetivos de los informes. También reclaman aclarar qué de estos dosieres han sido judicializados y qué no. En este marco, la CUP exige saber quién los custodia y como se almacenan, además de tener constancia de quien tiene acceso y el motivo de este acceso. En este punto también reclaman saber cómo y cuántos informes «de impacto mediático y a redes sociales de diferentes acontecimientos» han realizado los Mossos d’Esquadra.

Además, Pellicer demanda a la consejería que especifique si estos tipos de dosieres se realizan a solicitud de un tribunal, o de un mando, y qué «son los parámetros que tienen que constar en estos informes«. Concretamente, la CUP quiere constatar cuántos informes de este tipo se han realizado en los últimos cinco años quién los custodia y quienes puede tener acceso. Los anticapitalistas consideran que esta información es vital para poder destapar las bases de datos de la policía catalana sobre los movimientos sociales y políticos.

Pegasus o Voyager?

Los anticapitalistas también sospechan que la policía de la Generalitat utiliza software para poder «diagramar» los riesgos que, a su parecer, tendría la extrema izquierda independentista. La intención de la CUP es saber «qué software realiza la monitorización de las redes sociales, como se indentifica a las personas con las redes sociales, qué datos se utilizan para hacer comparaciones y como se identifican las personas sin antecedentes penales y/o policiales. Precisamente aquí es donde inciden especialmente los de la CUP y exigen a la dirección general de la policía y a la consejería de Interior si «tienen bases de datos de personas sin antecedentes penales y/o policiales, como se regulan, qué parámetros se utilizan, quién tiene acceso y como se articula el sistema de información con estos datos.

En este sentido, los cupaires sospechan que los Mossos d’Esquadra ‘abusan’ del programa Voyager. Es decir, uno sniffer de redes, un inquietante sistema de rastreo de la red que utiliza la inteligencia artificial para obtener y elegir millones de datos. En teoría, este software tiene que servir para “prevenir” un delito. Los Mossos lo adquirieron el julio de 2020 con la excusa de la necesidad del yihadismo, y desde hace meses la CUP sospecha que se utiliza para investigar varios colectivos de manera «prospectiva». Además, a la vista de las comparecencias a la Comisión del Modelo Policial del Parlamento que cerró sus trabajos en noviembre, el jefe de la Comisaría General de Información, el intendente Carles Hernàndez, se negó a explicar qué tipo de software utilizan sus unidades de análisis.

El jefe de la Comisaría General de Información, el intendente Carles Hernàndez, condecorado por la Guardia Civil a la Fiesta patronal de la Guardia Civil en Cataluña 11/10/2022 / Mireia Comas
El jefe de la Comisaría General de Información, el intendente Carles Hernàndez, condecorado por la Guardia Civil a la Fiesta patronal de la Guardia Civil en Cataluña 11/10/2022 / Mireia Comas

El caso Cornelius

En su estrategia parlamentaria, la CUP hace un paso más allá y va por operaciones concretas. En esta línea también ha presentado una serie de preguntas concretas sobre la Operación Cornelius. Una investigación sobre una pelea entre aficiones que ha delatado las prácticas de la Comisaría General de Información contra el antifascismo y la izquierda independentista. En este caso, Pellicer exige conocer si «el departamento de Interior considera que estos informes tienen cabida o no en el marco legal actual» o bien «si se pueden hacer sin una autorización judicial explícita». Estos informes describen ideología a través de las redes, de los tatuajes, la ropa o las chapas o parches que llevan los investigados a la ropa.

Para más concreción, la CUP también pide a los responsables de Interior respuestas claras a si entienden que «ser simpatizante de ERC, Juntos o la CUP es símbolo de radicalidad». Un algoritmo que los analistas de los Mossos d’Esquadra aplican en el caso Cornelius. También quiere explicaciones sobre el porqué la policía considera que los símbolos antifascistas son símbolos de radicalidad y si el gabinete del consejero tenía presente estos criterios. De aquí que reclamen parlamentariamente qué «medidas» tomará Elena para que los agentes de Información de los Mossos deje de considerar «indicativos de radicalidad los hechos de ser antifascista, participar en el movimiento por la vivienda o ser simpatizante de los partidos que ahora mismo sumen el 52% de la representación parlamentaria». «Esto solo es el principio», asegura Pellicer en El Món. «Iremos a por todas para destapar esta maquinaria de persecución política!», sentencia. Pellicer avisa que ahora mismo empieza a dar el pistoletazo de salida a «controlar de verdad la impunidad con que trabaja Información de los Mossos».

Una parte de una de las fichas de los antifascistas investigados donde destacan al juez que se identifica con la CUP/Quico Sallés
Una parte de una de las fichas de los antifascistas investigados donde destacan al juez que se identifica con la CUP/Quico Sallés

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