Hay tradiciones que nos encantan, pero seamos sinceras: eso de las uvas tiene su complicación. Entre los nervios de los cuartos, la copa de cava en la mano y la velocidad de las campanadas, atragantarse con una semilla o una piel dura es casi parte del ritual.
Por eso, cada año Mercadona agota existencias de un producto que se ha convertido en un básico en nuestro carrito de la compra del día 30.
La solución «anti-atragantamiento»
Hablamos del famoso «Reloj» de 12 granos de uva fresca sin semillas de la marca Hacendado (proveedor Uvasdoce).
Es un envase circular, pequeño y práctico, que soluciona el problema de raíz.
La uva viene ya lavada, separada del racimo y, lo más importante, sin ninguna semilla.
Su precio es el gancho definitivo: 1,35 euros la unidad (precio aproximado campaña 2024/25).
Si haces cuentas, sale un poco más caro que el kilo a granel, pero pagas la comodidad de no tener que trabajar en la cocina minutos antes de las doce.
Por qué triunfan tanto en Barcelona
En una ciudad donde siempre vamos con prisas, este formato monodosis es la salvación.
- Listo para comer: Solo tienes que abrir el plástico.
- Sin semillas: Adiós a la «minería» previa con el cuchillo.
- Ración exacta: Cada invitado tiene su pack, evitando peleas por quién tiene la uva más grande o más pequeña.
Ojo al dato: Si prefieres la textura más suave, Mercadona también tiene la mítica lata de uva en almíbar (pack de 2 latas pequeñas) que rondan los 2,20 euros. Son más dulces y se deshacen en la boca.
La fiebre del último día
Aunque parezca un producto sencillo, se ha convertido en un objeto de deseo.
Hoy día 30 es el momento crítico.
Si vas mañana día 31 por la tarde, es muy probable que encuentres el estante vacío y solo quede la uva a granel de la variedad Aledo (que es buenísima, pero tiene piel y semillas).
El brindis perfecto (La pareja ideal)
Ya tienes la uva, ahora falta con qué bajarla.
Para no gastar una fortuna, hemos fichado el Cava Brut Nature de Cabré & Sabaté que también vende Mercadona.
Es un cava catalán muy correcto, fresco y que combina genial con el dulce de la uva, limpiando el paladar para comenzar el año con buen pie.
Corre que vuelan (literal)
No es una manera de hablar.
Este producto es el típico que la gente agarra «por si acaso» al pasar por caja, de tres en tres.
Nuestro consejo es que no esperes a mañana.
Al final, lo importante es pedir el deseo a tiempo y entrar al nuevo año con buen sabor de boca y sin estrés.
