Viure bé
“Pensaba que el cardio era lo que me haría adelgazar”: el cambio que transformó la vida de Jenna Rizzo

Durante años, Jenna Rizzo estuvo convencida de que la solución para adelgazar pasaba por correr sin parar. Pero después de intentarlo todo sin éxito, descubrió una verdad que cambiaría su cuerpo… y su vida. Hoy, como coach de pérdida de peso, enseña a miles de mujeres por qué levantar pesas puede ser mucho más eficaz que pasar horas en la cinta de correr.

“Siempre pensé que el cardio era lo que me haría adelgazar”, confiesa Jenna. Durante mucho tiempo lo intentó todo: dietas restrictivas, rutinas agotadoras y horas de ejercicios cardiovasculares. Aun así, su cuerpo no respondía como esperaba. Hasta que descubrió el entrenamiento de fuerza y una alimentación más consciente. Esta combinación, dice hoy, fue la que la hizo sentir —por primera vez— fuerte, sana y feliz.

Jenna Rizzo
Jenna Rizzo

Cuando el cardio no era suficiente

Jenna recuerda sus inicios con claridad. Como muchas personas que quieren perder peso, asumió que hacer más ejercicio significaba más sudor, y por lo tanto, mejores resultados. “Pensaba que si me mataba haciendo cardio cada día, los kilos desaparecerían. Pero mi cuerpo no cambiaba. Me sentía agotada, con hambre y frustrada”, relata.

Esta percepción errónea la llevó a caer en un ciclo que afectaba no solo su físico, sino también su salud mental. “Me veía como un fracaso. Hacía todo lo que creía correcto y no funcionaba. Había algo que no entendía”, recuerda con franqueza.

El giro que le cambió la vida

El cambio comenzó cuando empezó a leer sobre el metabolismo y la composición corporal. Fue entonces cuando se topó con un principio fundamental: ganar músculo ayuda a quemar más grasa incluso en reposo. “Comencé a levantar pesas con miedo, pensando que me volvería voluminosa. Pero fue todo lo contrario”, explica Jenna.

En poco tiempo, los resultados empezaron a notarse: la ropa le quedaba mejor, tenía más energía y, sobre todo, comenzó a disfrutar de lo que hacía. “No solo cambié por fuera, también me volví más segura. Y esa seguridad me dio ganas de aprender más, de mejorar cada día”, afirma.

Una rutina basada en la ciencia, no en mitos

Hoy Jenna se entrena de forma completamente diferente. Dedica cuatro días a la semana a ejercicios de fuerza, y combina esta actividad con caminatas suaves y estiramientos. “Ya no hago cardio extremo. Mi prioridad es sentirme fuerte, no agotada”, asegura.

Además, cambió su forma de comer. Ya no cuenta calorías de forma obsesiva, sino que se concentra en comer proteínas de calidad, verduras, grasas buenas e hidratos de carbono complejos. “La clave no fue comer menos, sino comer mejor y entender qué necesita mi cuerpo”, aclara.

De alumna a entrenadora: el mensaje de Jenna

Hoy, Jenna no solo vive una transformación personal. Se ha convertido en entrenadora certificada y comparte sus aprendizajes con una comunidad de miles de personas. “Quiero que la gente sepa que no están fracasando, simplemente les han enseñado mal”, dice con convicción.

A través de las redes sociales y programas personalizados, Jenna guía a aquellos que se sienten atrapados en el ciclo de las dietas fallidas. “La mayoría de mujeres que entreno han pasado por lo mismo. Lo primero que les digo es: no estás rota. Solo necesitas otra estrategia”, asegura.

Tu cuerpo merece más que agotamiento

Jenna Rizzo aprendió que adelgazar no se trata de castigo, sino de conocimiento, paciencia y amor propio. “No se trata de sudar hasta caer rendida. Se trata de entender tu cuerpo y tratarlo bien”, concluye.

¿Y tú? ¿Has probado lo que realmente funciona para ti? Si esta historia te ha inspirado, compártela o déjanos un comentario. Quizás, como Jenna, también estás a un solo cambio de transformar tu vida.

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa