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“Comer menos y caminar más no es la mejor solución”: el claro mensaje del endocrinólogo Víctor Bravo

“La obesidad no es una falta de voluntad, es una enfermedad con causas médicas que requieren tratamientos adecuados”, afirma con contundencia el Dr. Víctor Bravo, endocrinólogo especializado en metabolismo y autor de varios estudios sobre pérdida de peso. En su entrevista, desmonta uno de los consejos más repetidos –y erróneos– sobre cómo adelgazar.

Reducir el problema de la obesidad a “voluntad” es injusto y erróneo. Para el doctor Bravo, el tratamiento debe adaptarse a la realidad biológica, emocional y médica del paciente, lejos de simplificaciones y culpabilizaciones.

Una visión médica sobre la obesidad

El Dr. Víctor Bravo conoce de primera mano el sufrimiento silencioso de muchos pacientes que, tras años de dietas fallidas, llegan a la consulta con culpa y desesperanza. En su opinión, el enfoque clásico de “comer menos y moverse más” no solo es insuficiente, sino también contraproducente.

“Cuando una persona con obesidad pierde peso, el cuerpo reacciona para recuperar esa grasa perdida. Es un mecanismo de supervivencia”, explica. Esto se traduce en un enlentecimiento del metabolismo y un aumento del hambre, haciendo que el cuerpo “lucha” activamente contra la pérdida de peso.

Hormonas, genética y metabolismo: los otros protagonistas

El especialista recalca que la obesidad es una enfermedad multifactorial, en la que intervienen genes, hormonas y factores neurológicos que escapan del control voluntario del paciente. “Muchas personas tienen un cuerpo que se resiste biológicamente a adelgazar. No se trata de pereza, sino de biología”, destaca.

Además, añade que “el tejido adiposo actúa como un órgano endocrino más”, generando sustancias que alteran el hambre, la saciedad y el almacenamiento de energía. En este contexto, estrategias tradicionales como la restricción calórica sin supervisión pueden empeorar el problema a largo plazo.

Más allá de la dieta: el enfoque integral

Para el doctor Bravo, el primer paso es dejar de culpabilizar al paciente. “No se trata de voluntad, sino de entender qué pasa en su cuerpo”, señala. Por eso, apuesta por un enfoque médico que incluya estudios hormonales, educación nutricional, apoyo psicológico y, cuando sea necesario, tratamientos farmacológicos o cirugía.

“Las nuevas terapias con fármacos que actúan sobre las hormonas intestinales están cambiando la forma en que tratamos la obesidad”, apunta. Medicamentos como los agonistas del GLP-1 permiten reducir el hambre y mejorar el control glucémico, abriendo la puerta a tratamientos más efectivos y personalizados.

El estigma, el gran enemigo silencioso

Uno de los puntos más contundentes del especialista tiene que ver con el juicio social que pesa sobre las personas con obesidad. “Los pacientes llegan sintiéndose culpables por no haber tenido éxito con las dietas. Hay que cambiar este discurso: no han fracasado, han sido mal orientados”, afirma.

Para el endocrinólogo, es crucial que tanto los profesionales sanitarios como el entorno del paciente entiendan que no basta con consejos genéricos. “Repetirle a alguien con obesidad que ‘comer menos y moverse más’ es suficiente, es como decirle a una persona con depresión que ‘piense en positivo’”.

Redefiniendo el éxito en el tratamiento

Víctor Bravo insiste en que perder peso no debería ser el único objetivo. Mejorar la salud metabólica, reducir el riesgo cardiovascular y aumentar la calidad de vida son metas igualmente importantes. “El éxito es sentirse mejor, tener más energía y ganar salud. El número en la báscula no lo es todo”, subraya.

Por eso, hace un llamado a una mayor empatía en la atención sanitaria y a invertir en tratamientos serios, lejos de dietas milagro o modas pasajeras. La obesidad, recuerda, es una enfermedad crónica que merece una respuesta médica, no moral.

Una mirada que transforma

“La obesidad no es una elección. Ya es hora de dejar de juzgar y empezar a entender”, concluye el Dr. Bravo con serenidad pero firmeza. Su mensaje desmonta mitos y ofrece una nueva esperanza a quien lleva años luchando en silencio.

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