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Tiene más abdominales que tú”: la rutina de la madre de María Amador que rompe todos los mitos de los 50

¿Crees que es tarde para conseguir un abdomen marcado después de los 50? María Amador nos demuestra lo contrario con la historia más cercana y real: su propia madre. Una transformación que no solo es estética, sino que revela los secretos de salud y constancia que muchas mujeres están descubriendo.

Porque nunca es tarde para cambiar. La entrenadora comparte con honestidad la exigente rutina que ha hecho que su madre tenga “más abdominales que tú y que yo”, inspirando a todas las mujeres a desafiar sus límites y a cuidar su cuerpo de forma consciente y segura.

El cambio después de los 50: la historia de su madre

María Amador no tuvo que buscar muy lejos para encontrar el mejor ejemplo de disciplina y superación. Fue su madre, con 52 años, quien se convirtió en la prueba viva de que la edad no es un impedimento para ganar fuerza, marcar abdominales y mejorar la calidad de vida.

Durante años se creyó que a partir de cierta edad el ejercicio debía ser suave y limitado a caminatas o cardio ligero. Pero la ciencia y los profesionales han demostrado que el entrenamiento de fuerza es esencial, sobre todo en mujeres mayores de 50. María lo tiene claro y lo pregona con el mejor testimonio: su madre ha alcanzado un estado físico envidiable con rutinas intensas y constantes.

“Tiene más abdominales que tú y que yo”, reconoce la entrenadora, quien se muestra orgullosa de la evolución de su madre. No es solo un éxito estético: es una nueva manera de vivir con vitalidad, confianza y salud.

La rutina abdominal paso a paso

María Amador no solo presume del cambio, sino que comparte abiertamente los detalles de la rutina que entrena con su madre. Ella misma admite: “Es la rutina de abdomen fulminante que no he podido ni acabar”, una confesión que revela la dureza de la propuesta.

Primer ejercicio: encogimiento con peso.
Acostada boca arriba, se elevan el tronco y las piernas flexionadas, pasando un disco con peso de manos a piernas. Clave: mantener la zona lumbar pegada al suelo. 10 repeticiones por serie.

Segundo ejercicio: posición en “V”.
El tronco y las piernas estiradas se levantan al mismo tiempo formando un ángulo cerrado. Se sostiene un peso con las manos para intensificar el esfuerzo. Trabaja toda la musculatura abdominal con precisión.

Tercer ejercicio: crunches con manos apoyadas.
Las manos se apoyan en el suelo para dar estabilidad. Se llevan las rodillas hacia el pecho mientras el tronco se inclina hacia atrás. El peso se mantiene en las espinillas, aumentando la intensidad del movimiento.

Cuarto ejercicio: abdominales mariposa.
Las plantas de los pies se mantienen juntas, como en la postura de mariposa. Se hace un sit-up con el disco en las manos. Tiene más dificultad por el control que exige el peso extra.

María recomienda hacer tres rondas completas de la serie, descansando entre cada una. Aunque pueda parecer sencilla, advierte sobre su alto nivel de exigencia y la importancia de cuidar la técnica.

Beneficios del entrenamiento de fuerza en mujeres maduras

La entrenadora insiste que entrenar fuerza a partir de los 50 no es solo para lucir mejor, sino para ganar salud y bienestar real.

  • Activa el metabolismo: se queman más calorías incluso en reposo.
  • Favorece la quema de grasa localizada, como la de la zona abdominal.
  • Mejora la densidad ósea, fundamental para prevenir la osteoporosis.
  • Protege las articulaciones y refuerza la musculatura, incluidas las fibras rápidas necesarias para la agilidad.
  • Previene caídas y mejora el equilibrio, esencial con el paso de los años.
  • Aumenta la estabilidad y la coordinación, favoreciendo un envejecimiento más activo.

Cada vez más mujeres maduras se animan con este tipo de rutinas para sentirse vivas, fuertes y seguras, demostrando que no hay barreras reales cuando hay voluntad.

Cuidados y adaptaciones para evitar lesiones

Aunque la propuesta de María Amador es muy efectiva, también pone énfasis en la importancia de la personalización. No todos tienen el mismo nivel ni las mismas condiciones físicas, por eso:

  • Consulta con un especialista antes de comenzar si tienes problemas en la espalda o el cuello.
  • Adapta los movimientos a tu capacidad real.
  • Cuida la técnica antes que la velocidad o el peso.
  • Descansa lo suficiente entre series para evitar una fatiga excesiva.
  • Escucha tu cuerpo: un dolor excesivo o punzante no es normal.

María es clara en sus redes: el objetivo no es solo tener abdominales marcados, sino ganar salud, autoestima y bienestar.

Nunca es tarde para cambiar: y tú, ¿cuándo empiezas?

La historia de la madre de María Amador es mucho más que un reto físico: es un mensaje poderoso para todas las mujeres (y hombres) que creen que su tiempo ya ha pasado. Con constancia, técnica y ganas de cuidarse, es posible transformar el cuerpo y la mente a cualquier edad.

Si esta historia te ha inspirado, comparte este artículo, comenta tu experiencia o anímate a comenzar hoy mismo. Porque la mejor versión de ti no tiene fecha de caducidad.

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