“El envejecimiento es reversible, es posible intervenir”, asegura el reputado traumatólogo Pedro Guillén, que con 86 años continúa desafiando los límites de la medicina con una lucidez y energía que rompen cualquier tópico sobre la vejez.
Guillén, pionero en medicina regenerativa y referente internacional en traumatología, sostiene que no solo se puede frenar el deterioro celular, sino incluso revertirlo, y lo afirma desde la experiencia clínica, científica y personal.
Un pionero de 86 años con la mirada puesta en el futuro
Pedro Guillén no es un médico jubilado que recuerda glorias pasadas. Es un profesional activo, innovador y decidido a cambiar paradigmas sobre la edad biológica. Fundador de la Clínica Cemtro de Madrid y uno de los primeros en aplicar células madre en terapias regenerativas, su trayectoria es tan extensa como revolucionaria. “La medicina no debe limitarse a curar enfermedades, debe mejorar la vida”, afirma con convicción.
¿Es posible rejuvenecer una célula?
La clave de su investigación actual radica en el concepto de “reprogramación celular”. Según explica, se trata de devolver a una célula envejecida la funcionalidad de una joven. “Podemos hacer que una célula de 80 años funcione como una de 40”, asegura. Esta afirmación no es una metáfora, sino la descripción de un proceso basado en tecnología celular avanzada, donde intervienen factores que alteran la expresión genética para restaurar funciones deterioradas.
Lo que dice la ciencia: intervenciones reales
Guillén no habla de futurismo teórico. En su centro médico ya se han realizado ensayos clínicos en humanos para regenerar cartílago articular y tejidos dañados, utilizando células madre autólogas. “El envejecimiento no es una condena, es una consecuencia, y como tal, se puede modificar”, insiste.
Afirma que se han logrado resultados prometedores en patologías degenerativas como la artrosis, mediante terapias que no solo mejoran la movilidad, sino que regeneran tejido. “Si intervenimos a tiempo, podemos frenar y revertir”.
Más allá de la medicina: ética, riesgos y esperanza
Hablar de alargar la juventud o revertir la vejez implica inevitablemente tocar terrenos éticos. Guillén es consciente: “El objetivo no es vivir eternamente, sino vivir con calidad”. Aclara que estas tecnologías no quieren crear una élite inmortal, sino ayudar a las personas a envejecer con autonomía, salud y dignidad.
También advierte del peligro de promesas infundadas: “La medicina debe ir de la mano de la ética, la seguridad y la evidencia científica. Hay que tener rigor”.
Una vida dedicada a desafiar el tiempo
Pedro Guillén ha operado a deportistas de élite, ha creado métodos quirúrgicos utilizados en todo el mundo y ha investigado durante décadas cómo mejorar la vida de los pacientes. Hoy, su lucha está centrada en la medicina de la longevidad. Y lo hace desde la experiencia: a sus 86 años, continúa trabajando diariamente, caminando con paso firme por los pasillos de su clínica.
Reescribiendo el reloj biológico
“El envejecimiento es reversible. No del todo, pero sí funcionalmente”, repite Guillén. Y en esta frase se resume una revolución: la posibilidad de que las personas vivan más y mejor, gracias a la ciencia, la innovación y la voluntad de aquellos que, como él, no aceptan que la vejez sea sinónimo de decadencia.
¿Estamos preparados para cambiar nuestra manera de entender la edad? Comparte este artículo si también crees que la longevidad se puede vivir en plenitud.