El médico aclara que la costumbre de correr al vestuario y abrir la ducha de inmediato no siempre es la mejor opción. El organismo necesita unos minutos para regular su temperatura y estabilizar la circulación antes de exponerse al agua. Saltarse este tiempo puede generar mareos, descompensaciones e incluso problemas cutáneos.
¿Qué pasa al terminar el ejercicio?
Al finalizar una rutina intensa, el cuerpo continúa funcionando a un ritmo elevado. La frecuencia cardíaca se mantiene alta, los vasos sanguíneos permanecen dilatados y la temperatura interna está por encima de lo normal. En este momento, el organismo activa un mecanismo esencial: la sudoración.
El sudor no solo ayuda a enfriar el cuerpo, también es una vía de eliminación de toxinas. Dejar que este proceso se complete es una manera natural de terminar el ciclo del esfuerzo físico. Cortarlo de golpe con agua fría o incluso tibia puede interrumpir la regulación térmica y alterar la circulación.
Riesgos de ducharse inmediatamente
José Manuel Felices advierte que ducharse justo al terminar de entrenar puede provocar mareos, síncopes o bajadas repentinas de tensión arterial. Esto ocurre porque, al cortar la dilatación de los vasos y enfriar el cuerpo bruscamente, se descompensa el sistema circulatorio.
Aunque no siempre ocurre, el riesgo es mayor en aquellos que hacen entrenamientos de alta intensidad, en ambientes calurosos o con poca hidratación. El problema no es la ducha en sí, sino el momento elegido para hacerlo.
Función del sudor y equilibrio cutáneo
Otro aspecto que señala el especialista es la importancia de respetar el papel del sudor. Este fluido tiene un pH ligeramente ácido que ayuda a mantener la barrera protectora de la piel, evitando la proliferación de bacterias y equilibrando la microbiota cutánea.
Ducharse demasiado pronto, especialmente usando jabones alcalinos, puede eliminar esta protección natural y favorecer la irritación o la sequedad. El sudor, lejos de ser solo un “enemigo incómodo”, también cumple funciones de defensa.
¿Cuánto tiempo debe pasar antes de la ducha?
La recomendación del radiólogo es clara: esperar unos 15 minutos antes de ducharse después del ejercicio. Este es el tiempo que suele necesitar el cuerpo para estabilizarse, regular la temperatura y permitir que el sudor cumpla su función.
Algunas publicaciones mencionan un intervalo de 10 a 15 minutos como margen seguro. Menos de este tiempo podría ser insuficiente; más, en cambio, no representa un problema, aunque la sensación de molestia por el sudor aumente.
¿Qué hacer durante este tiempo de espera?
El cuarto de hora previo a la ducha no debe ser una espera pasiva. El especialista recomienda aprovecharlo para hacer estiramientos suaves, hidratarse con agua o bebidas isotónicas y practicar una respiración pausada que ayude a bajar las pulsaciones.
También es un buen momento para socializar en el gimnasio, ordenar el material o simplemente sentarse a relajarse. Convertir estos minutos en parte de la rutina de entrenamiento puede mejorar la recuperación general.
Cierre: un hábito sencillo que protege tu salud
La recomendación de José Manuel Felices no pretende complicar la vida de los deportistas, sino hacerlos más conscientes de cómo funciona su propio cuerpo. Esperar 15 minutos antes de ducharse es un gesto pequeño, pero puede marcar la diferencia en el bienestar y la salud.
¿Y tú? ¿Eres de los que se duchan de inmediato después de entrenar o te animarás a incorporar este consejo a tu rutina?
Comparte este artículo con aquellos que siempre corren a la ducha: quizás descubran que un cuarto de hora puede ser la mejor inversión para su cuerpo.