El ictus es una de las emergencias médicas más graves y frecuentes en todo el mundo. Reconocer sus síntomas a tiempo puede salvar vidas. El doctor José Manuel Felices recuerda que hay dos señales muy claras que no debemos pasar por alto.
Cada minuto cuenta. Esta es la idea principal que el especialista repite una y otra vez. La rapidez en la reacción es lo que marca la diferencia entre una recuperación completa o secuelas graves e irreversibles. Por eso insiste en que cualquiera de nosotros, incluso sin formación médica, puede detectar un ictus con unas pautas sencillas.
¿Por qué es vital actuar rápido ante un ictus?
El ictus ocurre cuando una arteria del cerebro se bloquea o se rompe, interrumpiendo el flujo sanguíneo. Esta falta de oxígeno y nutrientes provoca que las neuronas mueran en cuestión de minutos. Cuanto más tiempo pase sin tratamiento, más tejido cerebral se pierde y más graves son las secuelas.
Los especialistas lo llaman “tiempo cerebral”, porque literalmente cada segundo cuenta. Según los datos médicos, por cada minuto que un ictus no es tratado, se pierden millones de conexiones neuronales. Esto significa que la ventana de actuación es muy corta y la urgencia máxima.
Los síntomas más claros según el Dr. Felices
José Manuel Felices señala que no es necesario conocer una lista interminable de síntomas. Hay dos señales muy evidentes que cualquier persona puede reconocer y que deberían encender todas las alarmas:
- Cara torcida: cuando un lado de la cara cae o se mueve menos que el otro. Al pedirle a la persona que sonría, la asimetría es evidente.
- Dificultad para mover un brazo: si levanta los brazos, uno de ellos cae o no puede sostenerlo arriba.
A estas dos señales principales se añade una tercera, también muy común: problemas para hablar o expresarse. Puede ser que la persona hable de manera confusa, que no encuentre las palabras o que no entienda lo que se le dice.
El método FAST: cómo detectar un ictus en segundos
Para que cualquiera pueda recordar estos síntomas, se utiliza el acrónimo internacional FAST, que en inglés significa rápido, pero también corresponde a cada señal de alarma:
- F (Face) → rostro asimétrico.
- A (Arms) → brazos débiles o descoordinados.
- S (Speech) → dificultad para hablar o comprender.
- T (Time) → tiempo, porque la reacción debe ser inmediata.
El doctor recalca que no es necesario que aparezcan todos los síntomas a la vez. Con uno solo basta para sospechar y actuar sin demora. Llamar a emergencias es la primera y más importante acción.
Qué hacer si sospechas de un ictus
Ante la mínima sospecha, lo más importante es mantener la calma y pedir ayuda al servicio de emergencias. Nunca se debe esperar a ver si los síntomas desaparecen solos. El ictus no se soluciona sin tratamiento médico especializado.
Felices ofrece recomendaciones prácticas muy claras:
- Colocar a la persona en una posición semiincorporada, nunca completamente tumbada.
- No darle agua, alimentos ni medicamentos, ya que podría atragantarse.
- No intentar trasladarla por cuenta propia al hospital. No todos los centros están preparados para atender un ictus y perder tiempo en el camino puede ser fatal.
Los equipos de emergencias saben a qué hospitales dirigirse y cómo actuar de manera inmediata.
La importancia de la atención hospitalaria especializada
El tratamiento de un ictus requiere tecnología y personal muy específico. Dependiendo del tipo de ictus, puede ser necesario administrar medicación intravenosa para disolver el coágulo o realizar una trombectomía mecánica, una técnica con la que se extrae el trombo de la arteria afectada.
Por eso, aunque la tentación sea llevar a la persona rápidamente al hospital más cercano, lo más seguro es esperar a los equipos especializados que decidirán el destino adecuado. Un traslado mal hecho puede suponer horas de retraso y un empeoramiento irreversible.
Prevención: hábitos que reducen el riesgo
El ictus no siempre se puede evitar, pero sí reducir su riesgo con hábitos saludables. Mantener una vida activa, controlar la presión arterial y el colesterol, evitar el tabaco y moderar el consumo de alcohol son factores que marcan la diferencia.
El doctor Felices insiste en que cuidar el corazón es también cuidar el cerebro. La hipertensión, la diabetes o el sobrepeso son enemigos silenciosos que aumentan considerablemente la probabilidad de sufrir un ictus.
Las revisiones médicas regulares y la detección precoz de problemas cardiovasculares son herramientas poderosas para prevenir este tipo de emergencias.
Un testimonio que lo cambia todo
En muchos hospitales se recuerda la historia de pacientes que llegaron a tiempo gracias a la rápida reacción de un familiar o un vecino. Una sonrisa torcida, una frase incoherente o un brazo que cae pueden parecer detalles pequeños, pero reconocidos a tiempo significan la diferencia entre volver a caminar o quedar con secuelas graves.
Estas anécdotas refuerzan el mensaje de que la información salva vidas. Cualquiera puede convertirse en héroe si sabe identificar las señales y llamar al número de emergencias sin dudar.
La frase que no debemos olvidar
“Estos son dos de los síntomas más típicos del ictus y debemos actuar rápido”, advierte el doctor José Manuel Felices. Es un recordatorio claro, directo y fácil de retener.
La clave está en no subestimar las señales, en no esperar y en transmitir esta información a familiares, amigos y compañeros. Cuanto más se difunda, más personas podrán reconocer un ictus y más vidas se salvarán.
¿Y tú, lo reconocerías a tiempo?
El ictus es una urgencia que no da segundas oportunidades. Aprender a identificarlo es un acto de responsabilidad ciudadana. Ahora que conoces los síntomas y las recomendaciones del doctor Felices, comparte esta información. Nunca se sabe quién la puede necesitar mañana.
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