Besar no solo es romántico. Es saludable. Y muy, muy efectivo. Esto es lo que acaba de aclarar el cardiólogo Aurelio Rojas, quien no ha dudado en lanzar un mensaje sorprendente y directo: besar con frecuencia puede ayudarte a reducir los niveles de colesterol. Sí, lo has leído bien. Tu corazón necesita besos, y no solo por amor.
Rojas, que también es creador de contenido en las redes sociales, ha revolucionado Instagram con un video que está dando la vuelta al mundo. Un video que ha puesto el foco en una de las acciones más cotidianas y placenteras del ser humano, pero que hasta ahora habíamos pasado por alto en cuanto a sus beneficios médicos. Y los tiene. Y muchos.
El beso, este nuevo tratamiento para el colesterol (y mucho más)
Parece una locura, pero no lo es. Besar es bueno para la salud. Tan bueno como una dieta equilibrada o una buena sesión de ejercicio físico. De hecho, según explica Aurelio Rojas, besar puede ayudarte a quemar hasta 26 calorías por minuto. Sí, 26 calorías por minuto. Y eso no es todo: reduce el estrés, alivia dolores de cabeza, regula la presión arterial, y –toma nota– ayuda a reducir el colesterol. ¿Milagroso? No. Ciencia.
Porque este cardiólogo se basa en estudios reales, como uno de 2009 que confirmaba que las parejas que se besan a menudo tienen menos estrés, se sienten más satisfechas con su relación y, casualmente, tienen el colesterol más bajo. Sin pastillas ni dietas milagrosas. Solo besos. Muchos besos.
El mejor entrenamiento para tu cara (y cuello)
Y si pensabas que besar solo tenía beneficios internos, prepárate, porque hay más. Rojas también señala que cada beso activa entre 2 y 34 músculos faciales. Lo que viene a ser un gimnasio gratuito para tu rostro. Un entrenamiento facial que fortalece los músculos, estimula la producción de colágeno y mejora la firmeza de la piel. ¿El resultado? Un rostro más tonificado, una piel más firme, más joven y más luminosa. Todo eso mientras te besas. No está nada mal, ¿verdad?
Y no es ninguna exageración. La activación muscular mejora la circulación, y la estimulación del colágeno tiene efectos directos sobre el envejecimiento. Así que si estás pensando en cremas antiedad o tratamientos caros, quizás deberías empezar por dar más besos. Menos bótox, más besos.
Menos ibuprofeno, más pasión
Uno de los efectos más sorprendentes de este fenómeno es el efecto analgésico de los besos. Besar puede ayudarte a calmar dolores. Dolores de cabeza, menstruales, incluso molestias musculares. Besar relaja, y al relajar, reduce el dolor. El contacto íntimo, la proximidad emocional, la liberación de hormonas como la oxitocina… Todo ayuda. Todo suma.
¿Y si te dijéramos que tu medicina es tu pareja? ¿O tu crush? ¿O ese beso pendiente que aún no te has atrevido a dar? Porque no estamos hablando solo de romanticismo, sino de salud. Salud con todas las letras.
El beso, ese gran olvidado del autocuidado
Nos pasamos la vida preocupándonos por el colesterol, el estrés, la presión arterial… Vamos al médico, tomamos pastillas, leemos etiquetas, evitamos fritos. Y mientras tanto, nos olvidamos de besar. De besar con intención, con regularidad, con ganas. Y eso puede ser uno de nuestros grandes errores.
Besar no es solo una cuestión emocional, sino fisiológica. Tiene un impacto directo sobre el sistema cardiovascular, el sistema nervioso y la salud emocional. Es, literalmente, medicina emocional con efectos físicos.
Y aun así, lo dejamos de lado. Lo reservamos para ocasiones especiales. Lo damos por hecho. Como si besar no fuera necesario para vivir. Pero lo es. Y Aurelio Rojas lo dice bien claro: el beso tiene poder. Un poder que no estamos aprovechando.
Date salud con un beso (o unos cuantos)
En tiempos complicados, donde el estrés, la ansiedad y las enfermedades nos acechan, aparece esta receta inesperada, natural y placentera. Una receta sin efectos secundarios, sin contraindicaciones, sin prospectos. Una receta que solo requiere a alguien a quien besar.
Y si no lo tienes, búscalo. Y si lo tienes, dale más besos. Porque besar te hace bien. A ti. A tu pareja. A tu corazón. A tu piel. A tu tensión. A tu colesterol. A todo. Besar es medicina.
La revolución de los besos
Quizás ha llegado la hora de dejar de ver el beso como un gesto trivial y empezar a entenderlo como lo que realmente es: una herramienta de autocuidado. Porque si un beso puede cambiar tu estado de ánimo, tu colesterol y tu aspecto físico… ¿qué más necesitas para empezar hoy mismo?
No hace falta que te lo digamos más veces. Lo sabes. Lo sientes. Lo has leído. Lo dice la ciencia. Besos. Muchos besos. Mejores besos. Y deja que cada beso te cure un poco por dentro y por fuera.