Las lesiones en el gimnasio están aumentando y no son fruto del azar. El Dr. José Manuel Felices, especialista en radiología y diagnóstico, advierte sobre una causa principal que muchos desconocen y que se puede evitar con simples cambios en los hábitos diarios. «No esperes a tenerlas para preocuparte», señala, indicando que la prevención es la mejor estrategia para cuidar el cuerpo.
Después de años de sedentarismo y malos hábitos, muchas personas enfrentan lesiones que podrían haber sido evitadas. En un mundo donde el fitness está en auge, la información adecuada es vital para no caer en errores que perjudican la salud. Las lesiones musculares y articulares, especialmente en los hombros, tendones y zonas como el talón de Aquiles o la planta del pie, son comunes y requieren atención inmediata para no agravar el problema.
¿Por qué ocurren tantas lesiones en el gimnasio?
La respuesta no es sencilla, pero la mayoría radica en una falta de conciencia sobre cómo preparar y cuidar el cuerpo antes y después del ejercicio. La prisa y la mala gestión del tiempo en la rutina deportiva llevan a cometer errores que el Dr. Felices ha detectado como recurrentes.
Uno de los principales problemas es ducharse inmediatamente después de entrenar. Aunque parezca inofensivo, este hábito puede alterar el equilibrio térmico y el proceso natural de recuperación del organismo. El sudor no solo regula la temperatura, sino que también elimina toxinas y protege la piel. Ducharse demasiado pronto interrumpe este proceso, aumentando el riesgo de mareos, contracturas y lesiones musculares.
El error más frecuente según los médicos
“El cuerpo necesita al menos 15 minutos para volver a su temperatura normal después del esfuerzo,” explica Felices. Durante este tiempo, es recomendable hacer estiramientos suaves y beber agua para facilitar la recuperación. Saltarse esta pausa es la causa principal de muchas lesiones. Además, la falta de estiramiento y calentamiento adecuados antes de comenzar la rutina contribuye a la aparición de molestias.
La mala técnica en la ejecución de los ejercicios, junto con la sobrecarga y la falta de descanso entre sesiones, son otros factores que agravan el riesgo. Por eso, una evaluación médica y la orientación profesional son esenciales para quien comienza o retoma el entrenamiento.
Importancia de la prevención y el diagnóstico precoz
El diagnóstico precoz es clave para evitar que una lesión menor se convierta en un problema crónico. El Dr. Felices destaca la utilidad de la radiología intervencionista, que permite un diagnóstico preciso y tratamientos efectivos mediante infiltraciones guiadas, aliviando el dolor y acelerando la recuperación.
Pero, sobre todo, insiste que “no esperes a tenerlas para preocuparte”. La prevención activa, con hábitos saludables y una buena preparación física, es la clave para mantener un cuerpo fuerte y sin lesiones.
Consejos prácticos para evitar lesiones
- No te duches inmediatamente después de entrenar: Espera al menos 15 minutos.
- Realiza estiramientos suaves: Ayuda a relajar los músculos y evitar contracturas.
- Hidrátate correctamente: Mantén el cuerpo en equilibrio.
- Calienta antes de comenzar: Prepara el cuerpo para el esfuerzo.
- Consulta un especialista: Para evaluar tu estado y evitar riesgos innecesarios.
- Evita la sobrecarga y respeta los tiempos de descanso: El cuerpo necesita recuperarse.
La prevención como clave para tu bienestar
Cuidar tu cuerpo no es solo entrenar, sino también respetar sus tiempos y necesidades. El mensaje del Dr. Felices es claro: no esperes a sufrir una lesión para actuar. La prevención, la atención médica y los hábitos adecuados son los mejores aliados para disfrutar del gimnasio sin miedo. ¿Qué cambio harás hoy para evitar lesiones mañana?
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