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Aurelio Rojas, cardiólogo: «La creatina puede ayudar a envejecer con fuerza, autonomía y claridad mental»

La creatina, tradicionalmente asociada al mundo del deporte, está ganando terreno en la medicina clínica. El cardiólogo Aurelio Rojas asegura que puede convertirse en una aliada clave para el metabolismo, el músculo, los huesos, el cerebro y la longevidad.

Desde la menopausia hasta el envejecimiento saludable, su potencial va mucho más allá del gimnasio.

Creatina: de suplemento deportivo a herramienta clínica

Durante años, la creatina se vio casi exclusivamente como un suplemento destinado a deportistas que buscaban ganar fuerza, volumen muscular o mejorar su rendimiento. El imaginario popular la vinculaba a pesas, rutinas intensas y culturismo. Sin embargo, la investigación científica ha ampliado su alcance y hoy se le reconocen beneficios que trascienden lo meramente atlético.

El doctor Aurelio Rojas insiste en que la creatina no debe limitarse al ámbito deportivo. Según explica, la ciencia ya la sitúa como un recurso clínico que contribuye a la salud integral en diferentes etapas de la vida. No se trata de una moda, sino de un suplemento con evidencia acumulada que apunta hacia la prevención y el envejecimiento activo.

@doctorrojass

¿Creatina? No es solo para levantar pesas. Es una herramienta clínica para mejorar el metabolismo, músculo, hueso, cerebro y longevidad Beneficios clave – Músculo y función: mejora fuerza y rendimiento con entrenamiento de resistencia; efecto consistente en adultos y mayores. – Metabolismo: combinada con ejercicio mejora la tolerancia a la glucosa por mayor GLUT4 – Hueso (menopausia): 2 años en postmenopáusicas con ejercicio → mejor mantenimiento/ganancia de masa ósea frente a placebo. – Cerebro y longevidad funcional: metaanálisis muestra mejoría de memoria y posible apoyo en envejecimiento cognitivo. – Rehabilitación / crónico: en EPOC e insuficiencia cardiaca mejora rendimiento muscular dentro de programas de rehab. ¿Quién se beneficia más? – Mujeres y menopausia: pérdida acelerada de masa muscular/ósea → creatina + fuerza = más músculo y hueso. – >50 años: ayuda contra sarcopenia; más fuerza funcional (levantarse, subir escaleras). – Rehabilitación: post-lesión, EPOC, insuficiencia cardiaca dentro de programas estructurados. – Enfermedades crónicas con fatiga muscular: apoyo adyuvante (siempre supervisado). Cómo tomarla – Forma: creatina monohidrato (la más estudiada). – Dosis: 3–5 g/día – Timing: constancia > horario; ideal junto a entrenamiento de fuerza. – Hidratación adecuada. Seguridad / precauciones – En sanos: perfil de seguridad favorable y sin daño renal demostrable; eleva creatinina por más sustrato, no por nefropatía. – Consultar si hay enfermedad renal, embarazo/lactancia o medicación compleja. Creatina no es moda: es ciencia aplicada al día a día. Si cuidas tu músculo, cuidas tu vida. #creatina #suplementos #menopausia #musculo #demencia

♬ sonido original – Aurelio Rojas Sánchez

El papel de Aurelio Rojas en la divulgación médica

Aurelio Rojas, cardiólogo con trayectoria en la medicina preventiva, ha dedicado parte de su tarea a comunicar de manera clara los avances científicos relacionados con la nutrición y la longevidad. Su apuesta por la creatina no es un simple consejo dietético: la presenta como una estrategia complementaria dentro del cuidado de la salud cardiovascular, metabólica y neurológica.

En entrevistas recientes ha subrayado que el impacto de la creatina se observa en varias dimensiones. Más allá del aumento muscular, el uso regular ayuda a preservar la vitalidad en etapas de mayor desgaste físico y mental. Su mensaje conecta con una sociedad que envejece y que busca soluciones prácticas y seguras para mantener la autonomía.

Beneficios principales: músculo, hueso, metabolismo y cerebro

Uno de los puntos más relevantes que subraya Rojas es la relación de la creatina con el mantenimiento de la masa muscular. A medida que pasan los años, la pérdida de fuerza se convierte en un problema de salud pública que limita la movilidad y aumenta el riesgo de caídas. La suplementación, acompañada de ejercicio de fuerza, se muestra eficaz para frenar este deterioro.

El beneficio no se limita al músculo. La densidad ósea también se ve favorecida, lo que la convierte en un recurso especialmente valioso en la prevención de la osteoporosis. La pérdida de calcio y la fragilidad ósea afectan a millones de personas, y la creatina se presenta como una pieza más en la estrategia de cuidado.

En el metabolismo, las investigaciones sugieren una mejora en la gestión de la glucosa, la reducción de la inflamación y un efecto positivo sobre los perfiles de colesterol. Para el cardiólogo, estos datos refuerzan su visión de la creatina como un suplemento útil no solo en deportistas, sino en pacientes con factores de riesgo cardiovascular.

El cerebro, por su parte, es otro de los grandes beneficiados. Estudios recientes apuntan a un incremento en la energía mental y a mejoras en memoria y funciones cognitivas. Rojas sostiene que este efecto puede resultar decisivo en la calidad de vida de las personas mayores, donde la reserva cognitiva es un factor protector ante el deterioro neurológico.

Mujeres en menopausia y personas mayores: las más favorecidas

El doctor Rojas recalca que las mujeres en etapa de menopausia son uno de los grupos que más partido sacan de la creatina. En esta etapa, la pérdida de estrógenos acelera tanto la reducción de masa muscular como la desmineralización ósea. El suplemento, unido a la actividad física, ayuda a compensar parte de este impacto.

Las personas mayores de cincuenta años también figuran entre las más beneficiadas. La creatina contribuye a frenar la sarcopenia —la pérdida progresiva de masa muscular— y a sostener la autonomía. Rojas explica que no se trata de un producto milagroso, sino de una herramienta más dentro de un estilo de vida saludable, donde la alimentación, el ejercicio y la atención médica tienen un papel conjunto.

Asimismo, en pacientes con enfermedades crónicas o procesos de rehabilitación, la creatina podría facilitar la recuperación funcional. Su aporte energético al tejido muscular favorece el retorno a la actividad y mejora la resistencia al esfuerzo.

Seguridad, mitos y dosis recomendada

Uno de los obstáculos que aún enfrenta la creatina es la desinformación. Durante años circuló la creencia de que dañaba los riñones, provocaba caída del cabello o producía retención de líquidos. Aurelio Rojas aclara que, en las dosis correctas, estas ideas no tienen fundamento.

La dosis segura se sitúa entre tres y cinco gramos diarios. Según la evidencia disponible, no se asocia con problemas hepáticos ni renales en personas sanas. Eso sí, Rojas recuerda que siempre se debe valorar cada caso en particular, sobre todo en pacientes con antecedentes médicos complejos.

Derribar los mitos no significa promover el consumo indiscriminado. La creatina es un suplemento útil, pero no sustituye ni la alimentación equilibrada ni la prescripción médica. El mensaje central del cardiólogo es claro: el uso responsable multiplica beneficios y reduce riesgos.

Un suplemento con mirada hacia la longevidad

La ciencia actual señala la creatina como una de las piezas prometedoras en la medicina preventiva. Su acción se extiende desde la musculatura hasta la función cerebral, pasando por la salud ósea y el metabolismo. Aunque no puede considerarse un elixir de juventud, sí aporta una ayuda concreta para envejecer con más calidad de vida.

Rojas habla de la creatina como una “herramienta clínica”, lo que implica situarla al mismo nivel que otros recursos preventivos reconocidos por la medicina. Para él, su valor no reside únicamente en prolongar los años, sino en mantenerlos con autonomía, energía y claridad mental.

¿La creatina, una aliada silenciosa de la salud futura?

El debate sobre la creatina apenas comienza en la consulta médica. A medida que más estudios confirman su utilidad, crece también el interés social por incorporarla de manera segura. Lo cierto es que su potencial la convierte en mucho más que un suplemento deportivo: es un aliado clínico en el cuidado integral de la salud.

¿Podrá consolidarse como un estándar en la medicina preventiva del futuro? La respuesta dependerá de la investigación científica y de la apertura de los profesionales de la salud. Mientras tanto, la invitación queda sobre la mesa: informarse, consultar con especialistas y reflexionar sobre cómo la ciencia puede ayudarnos a vivir más y mejor.

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