La clave de la salud está en la prevención, no solo en el tratamiento. Así lo defiende el cardiólogo José Abellán, quien advierte que “nuestro sistema sanitario cura enfermedades, pero el éxito está en evitarlas”. Sus palabras son contundentes y esconden una verdad incómoda: la medicina actual puede salvar vidas, pero la auténtica victoria se consigue cuando las enfermedades ni siquiera llegan a aparecer.
El reto de la prevención y el papel del individuo
“Tenemos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo para curar lo que ya está dañado, pero no nos hemos enfocado lo suficiente en prevenir que esto ocurra”, explica Abellán. El verdadero reto para la sociedad es invertir en salud antes de que el daño sea irreversible. El cardiólogo lo resume con sencillez: “El éxito real no es curar más infartos, es que la gente no los tenga”.
Esta reflexión invita a replantear la relación que cada persona tiene con su propio bienestar. Abellán insiste en que la medicina no puede hacerlo todo. “El sistema está preparado para tratar, pero no para prevenir. La mayoría de las enfermedades crónicas —desde infartos hasta ictus o diabetes— se podrían evitar con cambios en el estilo de vida”, asegura.
Un sistema diseñado para curar, no para prevenir
El cardiólogo señala que la estructura del sistema sanitario español, aunque es excelente en la capacidad de respuesta ante emergencias, se encuentra limitada cuando se trata de anticipar los problemas. “Todo está orientado a detectar y tratar lo que ya ha pasado. Pero muy pocas consultas se dedican a enseñar a las personas cómo evitar llegar a este punto”, lamenta.
La situación no es exclusiva de España, sino una tendencia global en la mayoría de países desarrollados. Abellán resalta que la prevención queda, en la práctica, relegada a campañas puntuales o recomendaciones generales. Sin embargo, la diferencia entre tener o no tener una enfermedad cardiovascular, cáncer o diabetes tipo 2, depende en gran parte de las decisiones cotidianas de cada individuo.
Los hábitos que marcan la diferencia
“El 60% de los ictus se pueden evitar modificando solo ocho factores clave”, señala el cardiólogo. Estos factores están relacionados casi siempre con los hábitos diarios. Entre ellos destaca la alimentación, la actividad física, el control del estrés, el descanso suficiente, evitar el tabaco y el alcohol, mantener una vida social activa y cuidar el peso corporal.
La dieta, eje central: Abellán apuesta por una alimentación basada en productos naturales, dejando de lado los ultraprocesados. “El mayor riesgo de la dieta actual no son los conservantes, es el exceso de azúcar, sal y la falta de fibra, legumbres, frutas y verduras”, advierte. Considera que los ultraprocesados se han convertido en “el tabaco del siglo XXI”.
No duda en comparar el daño del sedentarismo y la mala alimentación con el de otros antiguos enemigos de la salud. “Hoy sabemos que fumar cigarrillos es letal, pero también lo es pasar el día sentado o comer de manera industrial. El cuerpo necesita moverse y alimentarse de forma natural”.
Entrenamiento de fuerza: Más allá del deporte convencional, Abellán valora el trabajo de fuerza a cualquier edad, por sus efectos en la salud cardiovascular, la masa muscular y la prevención de caídas y fracturas en personas mayores. “El músculo es salud; sin músculo, el envejecimiento se acelera y el riesgo de dependencia se multiplica”.
“Curar es necesario, evitar es imprescindible”
Para Abellán, no se trata de elegir entre tratar o prevenir, sino de entender que “la medicina curativa llega tarde en demasiados casos”. Muchos de los ingresos hospitalarios por infarto, ictus o insuficiencia cardíaca podrían haberse evitado con más educación en salud y con entornos que faciliten hábitos positivos. “No podemos depositarlo todo en manos del médico, hay que asumir parte de la responsabilidad personal”, sostiene.
El cardiólogo también advierte sobre el estrés crónico y la falta de sueño como factores invisibles pero devastadores. “El corazón es muy sensible a las emociones y al ritmo de vida moderno. Dormir mal y vivir con ansiedad continuada no solo deteriora el ánimo, también acelera la aparición de enfermedades”.
Ocho claves para evitar un ictus según Abellán
En sus intervenciones recientes, Abellán ha resumido las pautas imprescindibles para evitar un ictus, una de las principales causas de muerte en España:
- No fumar.
- Controlar la presión arterial.
- Evitar el sobrepeso y la obesidad.
- Mantenerse activo físicamente.
- Seguir una dieta saludable, rica en vegetales y baja en sal y azúcar.
- Reducir el consumo de alcohol.
- Controlar el colesterol y la glucosa.
- Gestionar el estrés y dormir bien.
Con estas acciones, subraya, “se podría evitar más de la mitad de los eventos cerebrovasculares en nuestro país”.
Ultraprocesados, tabaco y los nuevos riesgos
“Lo ultraprocesado es el nuevo tabaco”, sentencia Abellán. Advierte sobre el auge del vapeo entre los jóvenes y los riesgos desconocidos de estos productos: “Muchos piensan que es inocuo, pero la evidencia empieza a mostrar efectos nocivos a largo plazo”.
Sobre la carne roja y otros alimentos polémicos, el cardiólogo apuesta por la moderación y el sentido común. “No hay que demonizar la carne, pero tampoco basar la dieta en ella. El riesgo está en el exceso y la mala calidad, no en el alimento en sí”.
El futuro de la salud: educación, entorno y responsabilidad
El mensaje final de José Abellán es claro: la prevención no depende solo de la voluntad individual, sino también de una sociedad que facilite entornos saludables. “Hay que apostar por ciudades que inviten a caminar, por menús escolares equilibrados, por espacios sin humo, por una educación que enseñe salud desde la infancia”, reivindica.
Pero, en última instancia, la mayor parte de la prevención está en nuestras manos. “El sistema sanitario puede curar cuando fallamos, pero el éxito auténtico es no necesitarlo para enfermedades evitables. Este es el reto para la próxima década”, concluye el cardiólogo.
Prevenir es vivir mejor
La reflexión de Abellán es directa: “Todos deberíamos preguntarnos cada día si lo que hacemos nos acerca o nos aleja de la salud. No hay fórmulas mágicas, solo hábitos sostenidos en el tiempo”.
¿Y tú, qué harás hoy para evitar la enfermedad? Comparte, comenta y actúa. La prevención está en tus manos.