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La nutricionista Ángela Quintas lo aclara: esto es lo que debes desayunar para evitar bajadas de energía

El desayuno es mucho más que una rutina matutina: para la nutricionista Ángela Quintas, el equilibrio perfecto entre proteína e hidratos de carbono marca la diferencia. Su consejo estrella es claro: si incluyes fruta por la mañana, el jamón debe ser generoso.

Al volver a la actividad después del ayuno nocturno, este primer bocado estimula el metabolismo, aportando la energía necesaria para afrontar la jornada. Además, ayuda a distribuir las calorías de manera equilibrada y facilita el suministro de nutrientes esenciales al organismo. Ignorar la combinación de hidratos y proteínas puede provocar altibajos energéticos y un apetito descontrolado. Por eso, dedicar al menos quince minutos a un desayuno bien planificado es una inversión en salud.

Por qué el desayuno es clave para el metabolismo

Después de 8–10 horas de descanso, el cuerpo necesita recuperar vitaminas, minerales y glucosa para reactivar funciones básicas sin demora. Un desayuno equilibrado reduce la fatiga matinal, facilita la concentración en las tareas y potencia la productividad durante horas. Ángela Quintas insiste en que incluir hidratos de lenta absorción junto con proteínas de calidad garantiza un suministro constante de energía. Mantener esta rutina diaria favorece la estabilidad metabólica y disminuye el riesgo de antojos impulsados por el hambre.

Además, varios estudios demuestran que desayunar en un ambiente relajado mejora la absorción de vitaminas y optimiza la respuesta insulínica al comenzar el día. Planificar con antelación la comida matutina y dedicarle un mínimo de quince minutos para masticar con calma facilita la digestión y reduce la ansiedad por el hambre. Introducir variedad de frutas, cereales integrales y verduras de temporada en cada desayuno amplía el espectro de micronutrientes. Mantener una hidratación óptima con agua o infusiones suaves completa el aporte esencial de líquidos.

La regla del 50-50 entre hidratos y proteínas

Quintas recomienda repartir el desayuno en un 50 % de hidratos de carbono y un 50 % de proteínas para controlar el pico de insulina. Cuando los carbohidratos llegan solos, elevan rápidamente la glucosa en sangre y disparan la insulina, facilitando la acumulación de grasa. Al sumar proteína, el aumento glicémico se modera y la sensación de saciedad dura más tiempo. Así se evita la famosa “bajada” que empuja a buscar un snack poco saludable.

Esta proporción 50-50 también simplifica la planificación: solo hay que pesar la ración de hidratos y elegir una fuente proteica magra. Para quien prefiera evitar carne, el yogur griego natural o el queso fresco son opciones ideales. Si la mañana es intensa, añadir frutos secos como almendras o nueces aporta grasas saludables sin exceder calorías. Seguir esta regla reduce las tentaciones de dulce y estabiliza los niveles de energía antes del almuerzo.

Declaraciones de Ángela Quintas sobre jamón y fruta

En palabras de la nutricionista: «Si consumimos alimentos como pan, arroz, verduras o frutas, siempre hay que acompañarlos con una fuente de proteína…». E insiste: «Que se llene el pan, no un poquito. Esta proteína debe compensar la fruta y la rebanada de pan».

Estas afirmaciones reflejan su enfoque práctico y sensato: no se trata de comer más, sino de hacerlo con criterio. Incorporar suficientes proteínas al desayuno alarga la sensación de saciedad y contribuye a mantener la masa muscular. Aplicar estas ideas ayuda a evitar desequilibrios hormonales y a disfrutar del desayuno con plena satisfacción.

Cómo aplicar estos consejos a tu rutina diaria

Para poner en práctica estas pautas, prepara una tostada integral generosa con jamón serrano y acompáñala de una pieza de fruta fresca. Si sigues una dieta vegetariana, sustituye el jamón por un huevo pasado por agua o queso fresco rico en proteína. Dedica al menos quince minutos a masticar con calma y a disfrutar del momento sin prisas. Convertir esta pausa en un ritual diario mejora la digestión y refuerza el compromiso con tus objetivos de salud.

Además, puedes variar los ingredientes según la temporada: incorpora aguacate o pimiento asado para enriquecer el paladar. Experimenta combinaciones como pan de centeno con queso batido y bayas para un toque fresco y antioxidante. Mantener un breve registro de tus desayunos te ayudará a identificar qué opciones te proporcionan más energía. Así perfeccionarás tu fórmula personal y disfrutarás de mañanas llenas de vitalidad.

Despierta tu energía con equilibrio

Convertir el desayuno en un acto equilibrado puede transformar tu jornada, mejorando tu bienestar físico y mental a largo plazo. Al probar la fórmula 50-50, comprobarás una mayor estabilidad energética y menos antojos fuera de hora. ¿Te animas a experimentar esta propuesta y a descubrir cómo cambia tu rutina matinal? Comparte tus resultados en los comentarios y ayúdanos a despertar la energía de más personas!

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