«Romper el ayuno demasiado tarde puede tener un impacto directo sobre los niveles de cortisol», advierte el endocrinólogo Francisco Rosero. Su mensaje es claro: lo que muchos consideran una simple rutina matutina podría estar desajustando uno de los sistemas hormonales más delicados del cuerpo.
El cortisol, conocido como la «hormona del estrés», sigue un ritmo diario muy preciso. Según Rosero, posponer el desayuno más allá de las 9 de la mañana puede interferir en este ciclo, afectando desde el metabolismo hasta el estado de ánimo. En tiempos donde cuidar la salud se ha convertido en una prioridad, el consejo del experto no pasa desapercibido.
El reloj interno también se alimenta
Todos tenemos un reloj biológico que regula funciones como el sueño, el hambre y la producción hormonal. Este sistema, conocido como ritmo circadiano, funciona mejor cuando nuestras actividades siguen un horario constante y sincronizado con la luz solar. Rosero explica que el desayuno actúa como un «reinicio metabólico» cada mañana. Saltárselo o hacerlo tarde puede alterar este equilibrio natural, elevando los niveles de cortisol a horas poco adecuadas.
Quién es el endocrinólogo que hace la advertencia
Francisco Rosero es médico endocrinólogo, especializado en metabolismo y ritmos hormonales. Con más de dos décadas de experiencia clínica, se ha convertido en una voz de referencia en salud hormonal y nutrición matutina. Su enfoque no es alarmista, sino educativo: busca que las personas entiendan cómo pequeñas decisiones diarias pueden tener consecuencias duraderas en su bienestar.
Qué es el cortisol y por qué debería preocuparnos
El cortisol no solo regula el estrés. También influye en el sistema inmunitario, la presión arterial y la glucosa en la sangre. «Su liberación está diseñada para darnos energía al inicio del día», explica Rosero. Pero si el cuerpo detecta ayuno prolongado, interpreta esta señal como estrés, y libera aún más cortisol para mantenerse en alerta. Desayunar tarde es, en términos hormonales, un estímulo de alarma innecesario.
Qué recomienda el experto para empezar bien el día
Rosero recomienda desayunar entre las 7 y las 8:30 de la mañana, idealmente con proteínas y un poco de grasa saludable. «Un café con tostadas no es suficiente», insiste. En lugar de eso, sugiere incluir huevos, yogur natural, aguacate o incluso una pequeña porción de frutos secos. El objetivo no es solo calmar el hambre, sino activar el metabolismo con nutrientes que regulen la saciedad y la energía sostenida.
Además, menciona que esperar demasiado para romper el ayuno puede intensificar los picos de ansiedad y antojos a media mañana o tarde, algo que muchas personas confunden con simple falta de fuerza de voluntad.
El desayuno: mucho más que una comida
Más allá del contenido nutricional, el desayuno define el tono del día. «Es una oportunidad para cuidarte desde el primer momento», señala Rosero. En su experiencia clínica, las personas que desayunan temprano y bien tienden a regular mejor su peso, duermen mejor y padecen menos altibajos emocionales.
Cierra el día cuidando de cómo lo comienzas
La manera como comenzamos la mañana puede influir en toda nuestra jornada. Como advierte Francisco Rosero, desayunar tarde no es un simple descuido, sino un hábito que puede desajustar profundamente tu equilibrio hormonal.
¿Y tú, a qué hora desayunas? Quizás es el momento de replantearte esa rutina matutina que dabas por inofensiva. Comparte este consejo con aquellos que aún creen que desayunar tarde no tiene consecuencias.