“El cacao es el alimento con más poder antioxidante del planeta y, además, genera una neuroquímica cerebral positiva”, asegura con convicción Beatriz Larrea, nutricionista integrativa y divulgadora reconocida internacionalmente. Esta afirmación contundente no solo llama la atención, sino que condensa una visión profunda sobre cómo la alimentación puede transformar nuestra salud física, emocional y espiritual.
Para Larrea, lo que comemos influye directamente en nuestro estado mental y emocional. Y entre todos los alimentos que recomienda, hay uno que destaca por su poder curativo, ancestral y científicamente avalado: el cacao puro. No se trata del típico chocolate azucarado de supermercado, sino de un ingrediente puro, natural, que forma parte de rituales desde hace siglos y que, según ella, puede elevarnos energéticamente.
Una experta con una visión integral del bienestar
Beatriz Larrea es mucho más que una nutricionista. Formada en nutrición clínica, medicina integrativa y bienestar emocional, ha construido una trayectoria que conecta la ciencia con la sabiduría ancestral. Su filosofía promueve una vida plena, en armonía con el cuerpo, la mente y el espíritu, con una alimentación basada en alimentos reales, frescos y conscientes.
Larrea destaca que el cacao crudo es una de las fuentes más ricas de flavonoides y polifenoles, compuestos que tienen efectos antioxidantes y antiinflamatorios muy potentes. Pero no solo eso: “El cacao modifica nuestra química cerebral, activando neurotransmisores como la serotonina y la dopamina. Nos hace sentir mejor, más animados, con más enfoque”, explica.
Cacao: la energía más limpia y transformadora
Una de las grandes diferencias entre el cacao y otros estimulantes, como el café, es su efecto suave, sostenido y sin alteraciones. “Te da una energía limpia, sin picos ni caídas. Te mantiene centrado y con claridad mental”, asegura Larrea.
Además, la nutricionista destaca que el cacao se ha utilizado históricamente en rituales espirituales por su capacidad de “abrir el corazón”. Esta conexión emocional y espiritual es para ella fundamental: “Cuando tomas cacao puro, puedes sentir cómo te abres emocionalmente, como si te alinearas con una vibración más alta”.
La alimentación consciente como forma de autocuidado
Para Larrea, alimentarse bien no es hacer una dieta, sino un acto profundo de amor propio. Reivindica una alimentación emocionalmente inteligente, que tenga en cuenta no solo los nutrientes, sino también el estado mental, el descanso, el estrés y la conexión con uno mismo.
“La verdadera transformación llega cuando dejamos de buscar fórmulas mágicas y nos responsabilizamos de nuestra salud”, afirma. Y en este camino, el cacao puede ser una herramienta poderosa para reconectarnos con nosotros mismos.
Reivindicando el cacao puro: cómo consumirlo
Larrea insiste en que no todos los productos con cacao son iguales. El cacao puro, orgánico y no procesado es el que concentra todas sus propiedades. Recomienda utilizarlo en polvo, en pasta o como bebida caliente, combinado con canela, cúrcuma o adaptógenos como el reishi o el ashwagandha.
Una de sus recetas favoritas es el “elixir de cacao”: una bebida caliente y espesa que se toma con intención y que puede formar parte de un ritual matinal o de un momento de conexión personal. “Es un acto de presencia, de escuchar el cuerpo y de honrar lo que necesitas”, explica.
La alimentación también es espiritualidad
Beatriz Larrea conecta la nutrición con la espiritualidad cotidiana. Comer es una forma de expresar quiénes somos y cómo nos amamos. En su discurso, hay un mensaje de conciencia: cada comida es una oportunidad para nutrir no solo el cuerpo, sino también el alma.
También denuncia la cultura de las dietas y el bombardeo de mensajes contradictorios sobre qué es saludable. “Es necesario volver al origen, a la comida real, a lo que reconocemos como vivo. Y eso incluye el cacao, una joya que la naturaleza nos ofrece”, dice.
Cuidarse es una revolución cotidiana
Para Larrea, cuidarse debería ser un acto revolucionario y cotidiano. No hace falta esperar a estar enfermo para empezar a comer bien. “Es cuestión de poner conciencia en cada elección, de volver a conectar con lo que nos hace sentir vivos y plenos”, reflexiona.
En este camino, el cacao puede ser más que un alimento: puede ser una herramienta de transformación, de energía y de gozo. “No se trata solo de nutrientes, sino de vibración, de presencia, de cómo nos queremos sentir”, concluye.
Redescubre el poder del cacao y transforma tu energía
El cacao puro no es solo un placer para el paladar. Es un aliado para el equilibrio mental, emocional y físico. Si aún no lo has incorporado a tu rutina, quizás sea el momento de hacerlo. Tómalo con conciencia, disfrútalo como un ritual y observa cómo puede cambiar tu energía.
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