La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, busca reafirmar Europa «como un pilar de la estabilidad económica y política» en un contexto mundial marcado por la creciente «fragmentación e incertidumbre». Durante su intervención en la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, la dirigente del BCE advierte que el aumento de las políticas arancelarias puede «frenar» las exportaciones de la zona euro. Sin embargo, Lagarde también admite que la elevada incertidumbre de la economía mundial, marcada por las tensiones geopolíticas derivadas de los conflictos bélicos, entre otros, pueden «retrasar las decisiones de inversión»: «Una rápida resolución de las tensiones comerciales y geopolíticas o un nuevo aumento del gasto en defensa e infraestructuras podría impulsar la actividad más de lo esperado», ha señalado la presidenta del BCE.
La misma Lagarde también ha admitido durante su intervención que las perspectivas de las economías de todo el mundo «continúan enfrentándose a una incertidumbre económica y política excepcionalmente alta» que repercutirá en su desarrollo. La incertidumbre, sin embargo, también se puede convertir en oportunidad: «Los momentos de cambio también pueden ser oportunidades, ahora es el momento de hacer que la economía de la zona euro sea más productiva, competitiva y resiliente. Necesitamos políticas fiscales y estructurales específicas e inversiones estratégicas», ha argumentado Lagarde. En este sentido, pues, la presidenta del BCE insta a Bruselas a impulsar más medidas para mejorar la competitividad de Europa en comparación con el resto de potencias mundiales.

Establecer un nuevo marco legislativo
Para la dirigente del Banco Central Europeo, el ejecutivo comunitario debe ponerse a trabajar urgentemente en un nuevo «marco legislativo que allane el camino para la posible introducción del euro digital»: «Si tomamos las decisiones políticas adecuadas, podemos aprovechar el impulso actual para mejorar las perspectivas económicas de Europa», ha asegurado Lagarde. En este sentido, tal como ya había detallado anteriormente, la presidenta del BCE apunta que la mayoría de los indicadores señalan que la inflación continuará «estabilizándose» de manera «sostenible» hasta alcanzar el tope del 2% fijado. Sin embargo, a pesar de lo que indican los indicadores, también admite que las perspectivas para la inflación de la eurozona «son más inciertas de lo habitual porque las fricciones en el comercio mundial generan riesgos tanto al alza como a la baja».



