La transición hacia el transporte eléctrico sigue enfrentando obstáculos que frenan su expansión. A pesar del interés creciente de los conductores, la falta de puntos de recarga en todo el territorio sigue siendo una de las principales barreras para realizar este cambio. En este punto, las administraciones juegan un papel importante para dar un impulso hacia esta transición, un aspecto que se incluía en el último decreto ley que quería aprobar el gobierno del Estado. Una de las últimas votaciones del Congreso de los Diputados antes de agosto debía servir para aprobar unas medidas urgentes para el refuerzo del sistema eléctrico y la supervisión del sector tras el apagón que tuvo lugar el 28 de abril y detuvo toda la península. Finalmente, la votación no fue aprobada, y se dejaron perder inversiones en el sector que podían generar hasta 200.000 millones de euros en todo el Estado. Además, también se dejaron pasar medidas para la electrificación que impulsaban el vehículo eléctrico y los puntos de recarga de estos, una de las tareas pendientes de todo el territorio. Desde el sector están pendientes de que esta “medida necesaria” se pueda volver a aprobar, explica Josep Nadal, presidente del CIAC, el Clúster de la Industria de Automoción de Cataluña.
Según los últimos datos de Anfac, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, en los seis primeros meses de 2025 se han matriculado en el conjunto del Estado un total de 365.083 vehículos eléctricos. En cuanto a Cataluña, esta cifra se sitúa en 5.802 durante los tres primeros meses, el periodo en el que se encuentran datos en el Idescat. Con esto, Cataluña se sitúa en segunda posición en el conjunto del Estado, solo por detrás de Navarra, en cuanto a la presencia de vehículos electrificados sobre el mercado total, con un 27,6%. Aunque en los últimos años las matriculaciones de este tipo de vehículos han ido aumentando, la infraestructura de recarga sigue siendo muy inferior a la necesaria para abastecer el parque de vehículos al que se quiere llegar. Además, las encuestas apuntan que la falta de esta red es uno de los “impedimentos” para los compradores para dar el salto al vehículo eléctrico, tal como señala Nadal. En Cataluña hay 11.026 puntos de recarga de acceso público, siendo uno de los territorios del Estado con una infraestructura más amplia, además de 2.945 que se encuentran fuera de servicio, según datos de Anfac. Por ello, las medidas incluidas en el decreto como la aceleración de la puesta en marcha de puntos de recarga en la carretera, la exención de trámites para autorizar ciertas estaciones de recarga, o la facilitación de instalación de puntos de recarga a través de la reducción de plazos, se ven como “un paso adelante” de todas las dificultades que han ido frenando la expansión del vehículo eléctrico. A pesar del fracaso del decreto antiapagones, Nadal refuerza que el hecho de que no se desplieguen estas medidas no supone un freno para el sector, ya que este “ya estaba frenado”.

Fomentar la demanda interna para impulsar la industria
Esta falta de infraestructura dificulta fomentar la demanda interna, lo que acaba teniendo un impacto en las inversiones y la actividad nacional del sector, que se debilita en las ventas de eléctricos. Aunque las marcas europeas, como Volkswagen, Cupra y Citröen mantienen una presencia importante en el mercado comunitario, las empresas automovilísticas chinas, tanto en coches eléctricos como en los de carburantes, avanzan en territorio europeo. En este sentido, Nadal considera que se debe construir una industria de vehículo eléctrico “que también se venda aquí, no solo que exporte” y en la que los coches sostenibles “también tengan éxito en el país”, para seguir potenciando el sector y la inversión en territorio catalán. “Se debe entender que la cadena de producción está interrelacionada, no se puede incentivar solo una parte sin tener en cuenta otra que está bloqueada”, puntualiza Nadal. Por lo tanto, si los consumidores siguen viendo dificultades en recargar los vehículos eléctricos, serán más reticentes a dar el paso.

Desde el gobierno catalán también se han impulsado medidas para dar este empuje a los coches eléctricos, con un plan para movilizar 1.400 millones de euros en los próximos seis años para impulsar el vehículo eléctrico en Cataluña dan empuje al sector. Con este programa, el Gobierno de la Generalitat busca que la cuota de vehículos electrificados pase del 14,3% en el que se encuentra actualmente hasta el 40% antes de 2030. A pesar del avance de la electrificación en el conjunto del Estado, Cataluña sigue encontrándose muy lejos de referentes europeos en movilidad sostenible como es Noruega. El país escandinavo lidera todos los rankings, tanto en vehículos como en infraestructuras, pero también destacan casos como el de Portugal, que en dos años ha logrado superar la penetración del vehículo eléctrico del Estado español en un 19%. Las claves de Portugal para lograr este impulso pasan por exenciones de impuestos de circulación para coches eléctricos, bonificaciones en el IVA, mayores ayudas a las empresas para que también den el paso, además de ayudas directas que se reciben al momento, sin esperar periodos de un año aproximadamente como sucede en el estado. Desde el sector se apunta al ejemplo portugués como un camino a seguir para finalmente ver el cambio en una movilidad sostenible que hace años que se discute, pero que aún no llega.