Todo y la inestabilidad del gobierno español ante la posible dimisión de Pedro Sánchez, desde la Moncloa tienen claras sus prioridades sobre algunas cuestiones. El ejecutivo español quiere que la comisión técnica sobro el aeropuerto del Prat con la Generalitat se centre exclusivamente en el debate sobre como aumentar la capacidad de las instalaciones para convertirlas en un ‘hub’ intercontinental y deje al margen las discusiones sobre qué participación tiene que tener el Gobierno -encara en manos de Pere Aragonès a la espera de los resultados del 12 de mayo- en la gestión del aeropuerto.
De hecho, según el intercambio de documentos entre el gobierno español y la consejería de Territorio que ha avanzado ‘Nación Digital’ y ha confirmado la Agencia Catalana de Noticias (ACN), el ejecutivo de Sánchez rechaza abordar la gobernanza del aeropuerto durante la comisión, pero propone abrir un periodo de negociaciones para tratar esta cuestión «paralelamente». En la primera reunión del grupo técnico, la Generalitat planteó al ministerio de Transportes crear tres grupos de trabajo centrados en la gobernanza, la modernización del Prat, y la accesibilidad ferroviaria. Desde el gobierno español, pero, respondieron que mejorar la capacidad del espacio, es decir, ampliar el aeropuerto, tenía que ser la única cuestión que había que abordar durante la comisión técnica.
Convertir el Prat en un hub
El gobierno español defiende que para convertir el Prat en hub es “imprescindible” contar “con capacidad disponible en todas las franjas horarias, una disposición de campos de vuelo que no limite las operaciones de largo radio y unas instalaciones junto a tierra en consonancia y con espacios disponibles para el desarrollo de actividades complementarias”. Fuentes de la consejería de Territorio, pero, destacan que después de que el presidente Pere Aragonès presentara la propuesta para cambiar la operativa de las pistas durante 4 horas en verano, la enviaron al ministerio para tratarla a la comisión, y todavía no han recibido ninguna respuesta al respeto. Desde el ejecutivo catalán admiten también que la campaña electoral podría retrasar las negociaciones, pero aseguran que tienen la voluntad de mantener su tarea.
