La inflación a la eurozona encadenó cuatro meses seguidos de bajadas para situarse en el 5,2% de mediana. Según ha informado este martes el Eurostat, la caída de una décima del último mes, supone la cifra más baja desde enero del 2022, justo antes del inicio de la guerra de Ucrania. Además, supone una décima menos que las estimaciones que hizo el organismo el pasado 31 de agosto. En cuanto a la inflación subyacente, que no tiene en cuenta los productos como la energía o los alimentos, se situó en el 5,3%, la misma estimada por la Eurostat a finales del mes pasado y dos décimas menos que los meses de junio y julio, ambos con un 5,5%. El país con una inflación más elevada de toda la zona euro es Hungría, con un 14,2%, seguido de la República Checa (10,1%), Eslovaquia (9,6%) y Polonia (9,5%). En cambio, los estados donde menos subieron fueron Dinamarca (2,3%) y España y Bélgica, ambos con un 2,4%.
Los principales impulsores de la subida de precio de agosto fueron los alimentos procesados, el alcohol y el tabaco, con un 10,3%, a pesar de que un punto menos que el mes anterior. Los alimentos sin procesar también aumentaron un 7,8% el precio, y los bienes industriales un 4,7%, tres décimas menos que en julio. Por el contrario, el precio de la energía cayó un 3,3%. En cuanto a los servicios, se encarecieron un 5,5%, una décima menos que el mes anterior.
Dinamarca, España y Bélgica, los países con una inflación más baja
En los datos de la inflación por países, destaca Dinamarca, que la mantiene al 2,3%. Por detrás del país nórdico hay España y Bélgica, donde el alza de los precios es de un 2,4% en cada caso. Otros países que mantienen unas tasas bajas son Chipre y Finlandia, con un 3,1% en los dos casos; Holanda, con un 3,4% y Grecia y Luxemburgo, con un 3,5%. En la franja alta, Hungría encabezó los países con una inflación más elevada, con un 14,2%; seguido por un 10,1%; Eslovaquia, con un 9,6%, Polonia, con un 9,5% y Rumanía, con un 9,3%.