La guerra de Ucrania, las secuelas de la pandemia y la crisis derivada de los dos conflictos han puesto los empresarios en tensión. A pesar de que la recuperación ya está más que asegurada, todavía hay poca confianza por parte del empresariado catalán, en términos de crecimiento económico. En concreto, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha calculado que la confianza de los empresarios catalanes en el crecimiento solo ha aumentado un 1,1%, muy por debajo de la media estatal y prácticamente a la cola de confianza otros territorios del Estado. En cuanto a la visión general del estado español, son algo más positivos, puesto que el crecimiento que se confirma al informe del INE concreta que la confianza empresarial española ha aumentado un 2,6%. Estas cifras «positivas» son a causa de la creencia general que la economía ha mejorado las expectativas de crecimiento que auguraban los expertos.
El avance de la confianza empresarial registrado para el periodo julio-septiembre es, exclusivamente, por la mejora del indicador de expectativas, según ha afirmado el informe del INE este martes. En concreto, el balance de expectativas (diferencia entre las opiniones de los empresarios optimistas y los pesimistas) se situó en el tercer trimestre de este año en +5,2 puntos, frente a los 3,4 del trimestre anterior. En cuanto a la creencia general del que pasará en verano también es mucho más positiva. El porcentaje de establecimientos empresariales que piensan que la marcha de su negocio será favorable entre julio y septiembre de este año se ha situado en el 22,2%, su porcentaje más alto desde el tercer trimestre de 2018.
Madriguera la desconfianza por el crecimiento de las expectativas
Por el contrario, los que piensan que su negocio evolucionará en el tercer trimestre de manera desfavorable se han reducido desde el 17,2% del trimestre anterior al 17%, al mismo tiempo que ha disminuido la proporción de empresarios que esperan una evolución «normal» de su negocio, desde el 62,2% al 60,8%. En este sentido, la situación actual ha puesto los empresarios en alerta, pero no hay ninguna duda que confían en el crecimiento de sus negocios. Aun así, todavía son muy moderados al hablar de aumentos.