La economía de la eurozona sufrirá una pequeña contracción a causa del empeoramiento del sector servicios y manufacturero. En concreto, se prevé que caiga un 0,2% este tercer trimestre. Así lo ha recogido la estimación avanzada del índice de gestores de compra (PMI), que ha asegurado que la economía de la zona euro se ha situado en agosto en 47 puntos, ante los 48,6 del mes anterior, su peor resultado en 33 meses, después de que al deterioro del sector manufacturero, con una lectura del PMI de 43,7 puntos, frente a los 42,7 de julio, se le haya sumado un PMI de servicios de 48,3 puntos desde los 50,9 del mes anterior, la suya peor dato en 30 meses.
«Lamentablemente, el sector servicios de la zona euro muestra indicios a la baja con resultados similarmente débiles a los del sector manufacturero», señala Cyrus de la Rubia, economista cabe de Hamburgo Commercial Bank, para quien el análisis de las cifras del PMI puerta a la conclusión que «la zona euro se contraerá un 0,2% en el tercer trimestre». En este sentido, el experto advierte que la presión a la baja en la economía de la zona euro durante el mes de agosto proviene principalmente del sector servicios alemán, mientras que en el sector manufacturero, las firmas alemanas también están reduciendo su producción. «Esta evolución solo acrecentará la noción que Alemania es el enfermo de la economía europea», añade.
Contrataciones paralizadas en agosto
De este modo, en agosto las empresas de la zona euro prácticamente paralizaron las contrataciones a consecuencia del deterioro de la demanda y unas perspectivas más pesimistas para los próximos doce meses, dado que las expectativas futuras descendieron hasta conseguir su nivel más bajo este año. Así mismo, aunque las presiones inflacionistas continuaron situándose muy por debajo del nivel observado durante gran parte de los últimos dos años y medio, impulsadas por una caída de los precios en el sector manufacturero, las tasas de inflación de los índices de costes y precios cobrados aumentaron a causa, parcialmente, a las presiones alcistas de los costes salariales.