El Banco de España se añade a las voces financieras europeas que apuntan a el fin de las subidas de tipos de interés. El gobernador del banco, Pablo Hernández de Cos, considera que el nivel de tipo actual, si se mantiene durando «un tiempo bastante largo», conseguirá doblar la inflación hasta el 2%, el nivel objetivo del BCE. El endurecimiento monetario implementado por Frankfurt, según De Cos, ha estado «rápida e intensa» para controlar la espiral de precios –el nivel de tipo, hay que recordar, era negativo a finales del 2021, y ha escalado en menos de dos años hasta el 4,5%–.
En este sentido, De Cos justifica las decisiones del consejo de gobierno del BCE aduciendo que la Unión monetaria «no se puede permitir una inflación persistente y elevada». Ante las numerosas alertas de varios organismos económicos de una desaceleración excesiva, el gobernador defiende que «los beneficios a largo plazo de recortar la inflación compensan con creces» el golpazo económico a corto plazo de la contracción del consumo vía tipo. Sobre este análisis, De Cos ha sostenido la visión de haber logrado el punto de equilibrio –un diagnóstico que, asegura, comparte con «la mayoría de analistas y mercados financieros» al continente–.

Lenta transmisión
Se ha llegado en su punto de equilibrio, justo es decir, todavía con unas cifras inflacionistas mucho elevadas en la Unión Europea. Si bien Cataluña ya cerca el tipo objetivo, mercados como el alemán superan todavía el 5%, mientras que Francia se sitúa por encima del 4%. Al conjunto de la Zona Euro, el índice de precios se mantiene al 5,2%, el dato más bajo de la serie histórica, pero todavía muy lejana a los dos puntos que Frankfurt se marca como horizonte.
La lenta caída de la inflación, según De Cos, responde que la transmisión de las medidas de endurecimiento monetario –el traslado a la economía real de los efectos de la caída de tipo– permanece todavía, en buena parte, pendiente. Los efectos de los tipos de interés, de hecho, están saltando «con fuerza» a las tendencias económicas; a un ritmo, de hecho, «superior» al de ciclos anteriores. Así, las expectativas apuntan a una moderación completa de la espiral inflacionista a Europa se espera para el 2025, cuando los expertos del Banco Central Europeo proyectan un índice de precios de consumo del 2,1%.