El rechazo masivo de los accionistas clientes del Banco Sabadell a la OPA hostil del BBVA ha sacudido el mercado, y promete una semana tensa en el edificio de la Vela, sede del BBVA. Los inversores catalanes lo han percibido: la Asociación de Accionistas Minoritarios del Sabadell -la entidad de inversores catalanes que nació en la primavera de 2024 para detener la venta- ha celebrado el no «abrumador» de los retail a las ambiciones de Carlos Torres. A raíz de este no masivo, instan al presidente vasco y a su equipo a repensar su estrategia, y reclaman que no se plantee ir a una segunda OPA aunque las cifras lo permitan.
La segunda OPA obligatoria, que debería concretarse con un precio equitativo y abonarse con un componente en metálico, aparecería en escena si el BBVA supera el 30% de aceptación, pero se queda por debajo del 50% que exige el folleto para llevar a cabo la compra del Sabadell. En caso de que el Banco de Bilbao renuncie a este requisito, debería hacer una nueva oferta obligatoria por todo el capital restante del banco catalán. A juicio de los minoritarios sabadellenses, sin embargo, no sería «sensato» optar por este camino. «Prolongar el proceso solo serviría para continuar tensionando innecesariamente el mercado financiero español y mantener la incertidumbre que actualmente padecen inversores, clientes y empleados de ambas entidades», sentencian.

«Satisfechos» con el Sabadell
En un breve comunicado distribuido esta tarde, la entidad defiende que los minoristas «confían plenamente en el proyecto independiente del Sabadell y no comparten una operación que destruye valor y pone en riesgo la relación histórica entre el banco y sus clientes». «El nivel de satisfacción con el Banco Sabadell es muy alto», argumentan; en línea con las posiciones del consejo de administración. Un inversor importante entre los pequeños capitales de la entidad confirmaba a Món Economia esta mañana la postura: «el accionariado del Sabadell simplemente no quiere pasar al BBVA».