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Grifols tropieza en bolsa pese a buenos resultados y entre recelos de accionistas

El entorno de Grifols llevaba meses esperando la publicación de los resultados trimestrales. Tanto analistas cercanos a la compañía como accionistas minoritarios asumían un tercer trimestre favorable -alentados, según fuentes consultadas por Món Economía, por la misma junta-. Sobre esta premisa, proyectaban una nueva escalada estructural del precio en el mercado abierto, hasta los 15 euros por acción -alrededor del consenso de los analistas, que se mueve en círculos por los 15,50 euros-. Los pronósticos de balance se han cumplido, con un beneficio de 187 millones de euros y cerca de 1.200 millones en ingresos; y un flujo de caja de 188 millones de euros hasta septiembre. Tanto la junta como el círculo interno de inversores celebraron las cifras. El consejero delegado, Nacho Abia, señaló durante la presentación que la multinacional catalana «está alcanzando un progreso claro en todas nuestras prioridades, gracias a una demanda y una dinámica de mercado estable». Por su parte, el director financiero, Rahul Srinavasan, subrayó el «progreso tangible en la generación de caja libre». Todos los analistas -menos Bankinter, históricamente crítico con la farmacéutica– mantienen la recomendación de comprar o mantener títulos de la empresa. Y, aun así, la bolsa ha respondido con caídas sustanciales: el valor de Grifols encadena un retroceso sustancial, cercano al 12%, en el último mes, y supera por poco el umbral de los 10 euros. Para el analista y head of equity de TREA Capital, Xavier Brun, la tendencia bursátil reciente «no tiene sentido«. «La compañía está regalada», constata en conversación con Món Economía.

La curva de valor va en contra de las lecturas de la inmensa mayoría de los expertos. Según recoge el portal MarketScreener, solo los observadores financieros más pesimistas consideran apropiado el precio actual de las acciones; mientras que los análisis más favorables elevan el objetivo por encima de los 22 euros. Se trata de un objetivo que Brun ha defendido en el pasado; así como lo ha hecho la Asociación de Accionistas Minoritarios, que desde hace tiempo argumenta que el precio de los títulos debería rondar los 20 euros. Además, como recuerda la casa de estudios XTB, las últimas jornadas han dejado «buenas noticias» para la cotizada de hemoderivados: el pasado miércoles, la administración federal de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó la ampliación del uso de uno de los productos de la catalana, el Thrombate III, que controla un trastorno genético que provoca la coagulación de la sangre. Además, el pasado jueves, las autoridades sanitarias alemanas aceptaron su tratamiento contra la deficiencia de fibrinógeno, Prufibry; y se espera que las austríacas y españolas le den la bienvenida durante el 2026. «Grifols recuperará la confianza del mercado», analizan los expertos de XTB, a raíz de anuncios como estos; si bien espera que «aún se necesitan algunos trimestres de generación de caja» para limpiar su imagen tras la crisis provocada por el fondo especulador Gotham City Research.

«Opiniones, no hechos»

Brun reconoce que «hay argumentos para una tendencia negativa», pero que están poco fundamentados en los resultados. «Son opiniones, no hechos», puntualiza. Para el inversor, los agujeros que sirven para que los críticos rebajen las perspectivas de Grifols son el endeudamiento, que permanece elevado -por encima de los 9.000 millones-; la competencia en el mercado del plasma, que crecerá en los próximos años, y las reticencias del mercado respecto al tipo de cambio con el dólar, ya que la catalana concentra la mayor parte de su negocio en Estados Unidos.

Aun así, asegura que la junta abordó estas preocupaciones en las reuniones con analistas durante el período de resultados. En cuanto al endeudamiento, la dirección ya anunció a principios de noviembre que amortizará unos 360 millones de euros de su línea de crédito revolving, y que refinanciará un bono senior de 740 millones de euros con vencimiento en 2027, según avanzó el digital elEconomista. «La refinanciación reducirá los costos financieros, y los resultados al cierre del año confirmarán el camino de crecimiento de todas las magnitudes comparables», argumenta el presidente de la Asociación de Accionistas Minoritarios, Eduardo Breña, en conversación con este medio. En cuanto a la competencia, Brun apunta al alza significativa de la biofarmacéutica neerlandesa ArgenX, que también lucha por el mercado del plasma y ha alcanzado más de 1.100 millones en ventas hasta el tercer trimestre. Aun así, Grifols también ha reportado un alza en las ventas de los productos comparables, del 18% año a año; y la dirección argumenta que «hay demanda para todos» en su segmento.

Imagen de archivo de la sede de Grifols / ACN

Desconfianza accionarial

Vistas las buenas tendencias internas de la empresa, los accionistas consultados se muestran confusos. «Desconocemos por qué ha bajado tanto la empresa desde los resultados, teniendo en cuenta las recientes autorizaciones», critica Breña. «No existe fundamento para que el sentimiento de mercado sea negativo», añade. La catalana, sin embargo, sufre el ataque de dos fondos bajistas, que han apostado contra la empresa con fuerza este mismo mes: según la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Millenium International Management tomó cerca de un 0,6% del capital en posiciones cortas el día 5 de noviembre; mientras que Kintbury Capital irrumpió con más de un 0,8% el día 7 de este mismo mes -ambos ya conocidos por su carga contra Grifols en 2024, en pleno asedio por parte del fondo de Daniel Yu-. Antes de la entrada de Millenium, el día de la publicación de resultados, Grifols cotizaba a 11,1 euros por acción. Desde entonces, ha perdido más de un euro, alrededor de un 10%. Brun constata que la presencia de bajistas ha afectado la confianza de los inversores, más aún cuando la crisis de Gotham está fresca en la memoria. «Hay una rotación de acciones muy elevada; mucha gente tiene acciones muy poco tiempo. Pueden pensar que, si dos fondos estadounidenses tienen posiciones cortas, podrían saber algo»; argumenta.

Los accionistas, sin embargo, son tajantes: para Breña, «no hay motivos para que se produzcan ataques de cortos o ventas que provoquen bajadas». En este sentido, en un comunicado emitido este mismo viernes, la Asociación ha anunciado que solicitará a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que investigue las tendencias de la catalana. Fuentes del capital confirman a este medio que la próxima semana se hará llegar al regulador bursátil una solicitud formal para que compruebe si se están produciendo manipulaciones de la cotización para rebajar el valor de Grifols. «No vemos motivo para una bajada tan sostenida, y de ahí nuestras sospechas», argumentan. En caso de que aparezcan indicios en este sentido, continúan, «se promoverán acciones en los tribunales de orden penal».

De cara al cuarto trimestre, los objetivos de refinanciación y el tipo de cambio con el dólar posiblemente provoque que el balance de Grifols muestre un crecimiento menos pronunciado que en todo el resto del curso. Aun así, asegura Brun, «es previsible que a principios del 2026 vuelva la tendencia al alza». El resto del sector, firmas competidoras como la australiana CSL constatan que «la demanda de plasma está como nunca». El mercado, pues, es dinámico, y la catalana se ha movido de acuerdo con este estado del entorno. Enlazar períodos alcistas, constatan los expertos, será esencial para volver a la realidad previa al ataque de Gotham.

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