La fusión de Orange y MásMóvil ya es una realidad. Después de casi dos años esperando la aprobación de la Comisión Europea, el 20 de febrero consiguieron la luz verde para salir adelante el proyecto, una afirmación que ahora ratifica el Consejo de Ministros del gobierno español. De este modo, pues, la nueva compañera se convertirá en el primer operador del Estado, con más de 30 millones de clientes de líneas móviles, más de 7 millones de clientes de banda ancha y más de dos millones en su servicio de televisión. A cambio, pero, la empresa fruto de la fusión le tendrá que vender parte del espectro que utiliza a Digi, que se convertirá en uno de los cuatro jugadores más grandes en el tablero de las comunicaciones españolas.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá, ha destacado que la fusión viene acompañada de un plan industrial «verdaderamente ambicioso» que incluye una «política de inversiones muy potentes en infraestructuras digitales fijas y móviles». A pesar de que no ha querido dar detalles de cómo se cocerá la fusión ni tampoco cuáles son las líneas específicas en las cuales mejorará el ecosistema, el ministro Escrivá ha asegurado que este plan viene acompañado con un compromiso de mantener la «ocupación suficiente”.
Además, en las mismas declaraciones, también ha puesto sobre la mesa la ventaja que supondrá por los ciudadanos y también por las infraestructuras estatales, puesto que será un aliado clave en las inversiones del futuro. ”Estamos convencidos que con esta fusión garantizaremos con condiciones y compromisos que lo acompañan los mejores servicios para los ciudadanos», ha continuado el ministro, que ha hecho hincapié en el despliegue del 5G y de los servicios que están para venir como el 5G+ y lo 6G. En este sentido, el ministro ha recordado que el sector de las telecomunicaciones es «absolutamente estratégico» y despliega y opera infraestructuras digitales que son «de una importancia estratégica máxima”.

Una operación “analizada extensamente”
Si bien es cierto que las principales reticencias las tenía Europa con la fusión, Escrivá también ha asegurado que la operación se ha analizado «extensamente» y ha mostrado lo suyo agradecimiento a las partes por el «compromiso de país» para trabajar conjuntamente el plan industrial de la compañía resultante, aunque no haya dado ningún detalle. De este modo, solo ha avanzado el compromiso sobre la ocupación y que los planes sobre conectividad fija y móvil «son muy explícitos».





