La bajada del precio de la energía en el último año mantiene en negativo el índice de negocio de la industria catalana. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, la facturación del sector secundario del país cayó el pasado mas de mayo un 2%. El estudio del INE apunta que si bien algunas ramas industriales consolidan su recuperación, otros, como los bienes intermedios, todavía permanecen por debajo de las cifras del 2022. El electricidad, así, ancla en negativo los niveles globales, con una caída interanual que frota el 40%.
Más allá de los ya mencionados bienes intermedios, que caen un 11,5% ajustado por efectos de calendario y estacionalidad, y la energía, solo la industria especializada en bienes de consumo no duraderos registra retrocesos de actividad, en este caso de un 4,3%. Así, solo dos ramas en marcado negativo provocan la intensa caída del global de la facturación del sector. Por su parte, las empresas dedicadas a la fabricación de bienes de consumo no duraderos aumentan su facturación en términos interanuales un 7,1%; mientras que la cifra de negocios de la industria de bienes de equipación se dispara en un 19,5%.
Desequilibrio territorial
La caída del 2% global que ha sufrido la industria catalana es ligeramente menos intensa que la del conjunto del Estado. Según los datos del INE, la industria española cayó en un 2,8% durante mayo. Justo es decir que la mayoría de los territorios cerraron el quinto mes del curso en negativo. Solo cinco regiones consiguieron cambiar la situación interanual, con la Comunidad Autónoma Madrileña al frente (+21,7%). Entre los territorios homologables en Cataluña en cuanto a potencia industrial, solo Navarra acabó en positivo (14,6), mientras que el País Vasco registró una caída del 6,4% y el País Valenciano lamentó un retroceso del 9,4%. Al entorno directo de Cataluña, las cifras son similares: la industria del Aragón facturó un 1,1% menos en términos interanuales, mientras que en las Baleares la actividad de las empresas industriales cayó por debajo de un punto.