Endesa cerró el primer semestre del 2023 con un beneficio total de 879 millones de euros, el que sobre el papel representa una reducción del 4% respecto al año pasado. Ahora bien, hay que recordar que hace un año la energética española registró las plusvalías por la venta del 51% de su negocio de movilidad eléctrica a su matriz, Enel. Si no se tuvieran en cuenta estos añadidos extraordinarios, el beneficio de la energética dirigida por José Bogas, habría crecido un 19,8% en el semestre respecto al mismo periodo de 2022.
En cuanto al resultado bruto de explotación (Ebitda) de la eléctrica creció un 13,2% en el periodo de enero a junio de este año, hasta los 2.476 millones de euros. Aun así, los ingresos de Endesa en estos seis primeros meses del ejercicio cayeron un 11,6%, situándose al cierre del periodo en los 13.121 millones de euros, hay que tener en cuenta que dentro de los ingresos también se cuenta la venta extraordinaria.
Endesa consigue así la primera mitad del año confirmando sus principales objetivos financieros para el ejercicio, que pasan por un Ebitda de entre 4.400-4.700 millones y un beneficio neto de entre 1.400-1.500 millones de euros, abonando un dividendo por acción alrededor de 1 euro.
El buen comportamiento en el periodo de Endesa se basó en la aportación positiva de todos los segmentos. El negocio de suministro de luz, gas y servicios a clientes aportó un total de 473 millones, mientras que la generación energética convencional lo hizo en 214 millones y otros 180 millones provinieron de la actividad de renovables.
Normalización del mercado
Estos resultados se registraron en un contexto de mercado en el cual sigue la senda de normalización respecto al año anterior, marcado por la crisis energética después del estallido de la guerra en Ucrania. Así, el precio mediano del mercado ibérico de electricidad se situó en el periodo en los 88 euros por megavatio hora (MWh), un 57% menos que en el primer semestre de 2022. Una reducción pareja a la cual ha registrado tanto el precio mediano del gas en el índice TTF (44,6 euros MWh, un 55% menos) como en la referencia ibérica PVB (42 euros MWh, el 55% menos). Además, en el primer semestre del año la demanda de electricidad de los clientes de Endesa en la península ibérica se redujo un 3,8%, fundamentalmente por el menor consumo del sector servicios y el residencial.
La inversión de la energética creció un 12% en el primer semestre, en términos interanuales, hasta los 1.043 millones. El 76% de ella tuvo por objetivo los pilares de la transición energética: redes (40%) y renovables (36%). En este primer semestre, Endesa consigue los 9.300 megavatios (MW) de potencia renovable (hidroeléctrica, solar y eólica) a la Península, 800 MW más respecto a hace un año.
En cuanto a su cartera de clientes, Endesa cerró junio con 10,5 millones de clientes eléctricos en España, misma cifra que a cierre del primer semestre del año anterior. De ellos, 6,9 millones están en el mercado libre, un 5% más, y 3,7 millones en el regulado, un 5% menos.
Descenso de la deuda
En cuanto a la deuda de la eléctrica, cerraron el mes de junio con un balance negativo de 10.600 millones de euros, lo cual supone un descenso del 3% respecto a cierre de 2022. La deuda bruta disminuyó un 22% debido fundamentalmente a la fuerte reducción de los colaterales que cubren las operaciones en los mercados internacionales de materias primas hasta 3.100 millones, un 53% menos que a final del pasado año.