Casa Tarradellas ha cerrado 2022 con una facturación de 1.161 millones de euros. Esta cifra supone un incremento del 8,5% en comparación en el año anterior. Según ha detallado la compañía este martes en un comunicado, este crecimiento es gracias a las suyas ventas al exterior, que han aumentado. También, pero, la llegada de nuevos productos en el estado español ha hecho que la facturación de la compañía se acelere. En concreto, han gustado mucho los nuevos productos de fermentación lenta. Aun así, la empresa ha admitido una caída de la rentabilidad limpia a causa del encarecimiento de las materias primas y la energía, que no han trasladado al consumidor para evitar subidas de precios. En otras palabras, la inflación ha afectado la compañía, pero no ha repercutido en el precio de las pizzas.
El año 2022 ha sido un buen año para la compañía de pizzas más famosas de Cataluña. De hecho, ha acabado con una inversión en innovación y sostenibilidad de 32,6 millones de euros y bonos resultados a los rankings de marcas preferidas por los consumidores, donde se sitúa al
Sostenibilidad por bandera
La empresa también ha destacado este martes su apuesta por el medio ambiente con la puesta en marcha de dos nuevos parques solares fotovoltaicos con una superficie de 53.000 metros cuadrados en los centros de elaboración de Olost (Lluçanès) y Gurb (Osona). Con estos dos proyectos solares, la marca alimentaria contará, a finales de 2023, con una previsión de 200.000 metros de superficie solar instalada a las cubiertas y fachadas de sus edificios.
«Fuimos pioneros en 2004 al implementar una estrategia de apostar por la energía solar e instalar placas fotovoltaicas en todas nuestras instalaciones. Ahora tenemos el reto de ganar autonomía energética y cubrir nuestras necesidades mediante las energías verdes», ha destacado la directora de comunicación y portavoz, Miquelina Saborit, en un comunicado.