Todo comienza con una promesa que parece adelantarse a los pasos, una calma que se extiende entre árboles y rocas como si quisiera revelar un secreto poco a poco. El aire, cargado de humedad y de aromas de bosque, insinúa un mundo que se despliega lentamente. El ruido de siempre se desvanece y queda solo una brisa suave, fiel, que te acompaña con la naturalidad de alguien que conoce perfectamente el camino.
Un lugar que te encuentra antes de que tú lo descubras
Es uno de esos lugares que ya sientes antes de verlo. Primero llega el murmullo del agua que recorre las rocas, luego el peso amable del bosque, denso y frondoso, que te obliga a mirar hacia arriba. El suelo, desigual y antiguo, da la sensación de que caminas sobre un rastro que otros han pisado desde hace siglos. No hay ningún cartel, ninguna indicación, pero el paisaje habla por sí solo, con la serenidad de un espacio que prefiere ser entendido antes que contemplado. Y muy cerca, te esperan pueblos llenos de encanto como Besalú o Castellfollit de la Roca, cada uno con su propia manera de contar el tiempo.
Una postal viva que te envuelve
Los sonidos están presentes con discreción: gotas que caen, hojas que se rozan, ramas que se mueven como si respondieran a un compás interior. La piedra antigua, manchada de musgo y de sombras, captura la luz que se filtra entre las copas. Todo parece respirar con un ritmo propio. El verde profundo, las formas irregulares y el agua persistente convierten este rincón en un refugio auténtico, casi un escenario que espera que alguien escriba la leyenda que aún no se ha contado.

Elementos naturales e históricos
Hay pequeñas pozas, saltos de agua y arroyos que recorren el paisaje. Piedras volcánicas que se integran en el camino y viejos muros medievales que testifican la antigua vida del pueblo. Todo está vivo, todo está listo para ser explorado.
Nos encontramos en Santa Pau
A mitad de la travesía narrativa, descubrimos que te encuentras en Santa Pau, un pueblo medieval de la Garrotxa, coronado por el Parque Natural de la Zona Volcánica. Un lugar con cascadas espectaculares cerca y un patrimonio arquitectónico único en Cataluña.

El centro, nueva esencia medieval
Lo primero que llama la atención es la Plaza Mayor, también conocida como Firal dels Bous, una plaza porticada irregular que combina arcadas medievales y fachadas de piedra. Sin duda, un lugar que parece habitado por mercados del siglo XIII.
Castillos y callejones de piedra
Cerca de la plaza, hay un castillo del siglo XIII con un mirador natural que ofrece vistas espectaculares sobre los bosques y volcanes. Los callejones que conducen hacia la iglesia gótica de Santa María refuerzan esta sensación de intemporalidad.
Cascadas y verano fresco: gorg de Can Batlle
¿Qué hace especial este lugar? A poca distancia del núcleo encuentras el Gorg de Can Batlle, una cascada ideal para bañarse y refrescarse en verano, rodeada de vegetación frondosa. El sonido del agua crea una banda sonora natural única.
@mama.que.fem.dema El Salt de Can Batlle es una cascada preciosa en Santa Pau (Garrotxa) La ruta es súper fácil y corta. ¿A quién le gustan las excursiones facilitas? ☝️ ➡️ Toda la info en el link en la bio o en mamaquefemdema.com# #saltdecanbatlle #garrotxa #garrotxaturisme #gorgs #cascadas #pozas #catalunya #cataluña #girona #santapau #rutasfaciles #rutasfamiliares #excursion #excursiones #rutasdesenderismo ♬ Natural Emotions – Muspace Lofi
Una excursión imprescindible
Una ruta corta y suave te permite pasar por varios saltos de agua, arroyos y zonas de sombra, perfecta para familias o para quien busca un descanso activo sin complicaciones. Lleva bañador, calzado antideslizante y muchas ganas de bañarse.
Volcanes y bosques que respiran historia
Santa Pau está rodeada del mejor paisaje volcánico de la Garrotxa. Aquí puedes descubrir el volcán de Santa Margarida con su ermita en el cráter o ascender al Croscat y poder ver el corte geológico de la lava. Una combinación perfecta entre erosión y vegetación viva.
El bosque mítico de Fageda d’en Jordà
Una caminata entre robles y hayas que eleva el alma. La luz al atardecer en medio del hayedo es una experiencia que recuerdas para siempre. Los colores cambian con la temporada y cada vez el espacio te habla con un nuevo tono.

Gastronomía con sabor local
Santa Pau es famosa por sus judías (fesols) con Denominación de Origen Protegida, que se cocinan en guisos y platos locales. Prueba un plato de fesols con butifarra o ensalada fresca: es comida con esencia del territorio volcánico.
Cómo llegar y recomendaciones prácticas
Puedes acceder desde Barcelona tomando la AP‑7 y luego la C‑66 y la Gi‑524: el trayecto dura poco más de una hora y media. A Girona son unos 45 minutos. Aparca a la entrada del pueblo y entra a pie; no hay masificación ni problemas para aparcar.
Saber cuándo ir y qué llevar al gorg
Visítalo preferiblemente en primavera o otoño, cuando la vegetación está en esplendor y no hace demasiado calor. Lleva agua, ropa cómoda y calzado para caminar. Si visitas el gorg en verano, llegar temprano te asegura paz y un buen baño.
Conversaciones que enriquecen el paseo
He vivido un momento en que una abuela explicaba a los nietos cómo trabajaban los festivales locales y cómo la plaza cambiaba de nombre con el mercado, mientras ellos corrían entre las arcadas. Este recuerdo hace pensar que Santa Pau no es solo bonita: está viva.
Este pueblo no compite con Pals ni Sant Pau en popularidad, pero sigue conservando una esencia auténtica. Combina patrimonio medieval, cascadas, paisaje volcánico y gastronomía con carácter.
Si buscas una escapada con piedras que hablan, agua que refresca e historias que laten, planifica una visita a Santa Pau. Es una joya menos conocida, pero perfecta para disfrutar de una Girona diferente y llena de alma.
