Desde su llegada a España hace nueve meses, Yuliia ha tenido que adaptarse a nuevas costumbres, trámites administrativos y rutinas diferentes de las de Ucrania. Sin embargo, lo que más le ha sorprendido es el funcionamiento de la sanidad pública. Sus críticas no solo apuntan a la burocracia, sino también a la manera en que se gestionan las consultas médicas y la atención recibida.
De Ucrania a Murcia: una nueva vida con obstáculos
La joven decidió mudarse a Murcia buscando estabilidad y un entorno más seguro que el de su país natal. Como muchos migrantes, llegó con la esperanza de una vida tranquila, acceso a oportunidades laborales y un sistema de salud que le diera confianza. Lo que no se imaginaba era que las visitas médicas se convertirían en motivo de enojo y desconcierto.
Acostumbrada a un modelo donde los especialistas son accesibles sin tantos filtros previos, Yuliia sintió que en España todo se complicaba demasiado. Según ella, la sanidad, lejos de simplificar las cosas, le presentó trabas desde el primer día.
El filtro del médico de cabecera, un choque inesperado
Una de las primeras dificultades que encontró fue la obligatoriedad de ir al médico de cabecera como paso previo a cualquier especialista. Para ella, que en Ucrania podía acudir directamente a un ginecólogo o a un traumatólogo, este filtro resultó frustrante.
«¿Por qué necesito permiso para visitar un especialista?», se preguntaba. Lo que para el sistema español es una manera de organizar los recursos, para ella es un obstáculo innecesario que retrasa diagnósticos y tratamientos. Este contraste ha sido una de las experiencias que más ha marcado su visión negativa.
Paracetamol e ibuprofeno: recetas que desesperan
Otro de los puntos que más indignación le causa es lo que considera una respuesta demasiado genérica por parte de los médicos: la insistente recomendación de paracetamol o ibuprofeno para casi cualquier molestia.
Yuliia explica que, independientemente del síntoma —dolor abdominal, fiebre, malestar o problemas musculares— la solución parecía siempre la misma. Esta uniformidad en los tratamientos la llevó a pensar que no había un esfuerzo real por parte de los sanitarios en profundizar en cada caso.
«Es como si no quisieran buscar más allá, como si dieran la salida rápida para todos», resume con tono crítico.
Un seguro médico lleno de trabas burocráticas
Más allá de las consultas, Yuliia también recuerda con molestia las dificultades que enfrentó para obtener un seguro médico. Según su testimonio, en varias ocasiones recibió negativas y tuvo que insistir una y otra vez hasta que su situación quedó regularizada.
Estas trabas burocráticas no solo generaron retrasos en su cobertura, sino también un sentimiento de desprotección durante los primeros meses de su estancia en España. Para alguien que llega de otro país, enfrentarse a estas barreras administrativas puede resultar abrumador y desesperanzador.
Críticas al compromiso profesional de algunos sanitarios
El tono más duro de su relato aparece cuando habla de la actitud de ciertos profesionales de la salud. Yuliia asegura que ha tenido la sensación de que «algunos no quieren hacer bien su trabajo». Afirma que, en lugar de ofrecer soluciones, se limitan a dar respuestas vagas o incluso a despedir al paciente sin más atención.
Este juicio, cargado de frustración, refleja la distancia entre lo que esperaba encontrar y lo que vivió en la práctica. Para ella, no se trata solo de diferencias culturales, sino de un problema de compromiso personal que afecta directamente la confianza en el sistema.
Diferencias culturales y debate abierto
El testimonio de Yuliia Zadachenkova pone sobre la mesa una discusión importante: ¿hasta qué punto la percepción de un extranjero revela carencias reales del sistema sanitario español?. Sus críticas pueden sonar exageradas para algunos, pero también muestran la dificultad de adaptarse a un modelo muy diferente del de su país.
El debate sobre la calidad de la atención, la burocracia y la actitud de los profesionales no es nuevo en España. Sin embargo, la mirada de alguien que llega de fuera puede aportar una perspectiva diferente, más cruda y sin filtros.
¿Sanidad ejemplar o sistema por mejorar?
Las palabras de Yuliia invitan a la reflexión colectiva. Tal vez su experiencia no sea universal, pero plantea preguntas que muchos se hacen en silencio. ¿Has vivido algo similar en tu centro de salud? Comparte tu experiencia y abre el debate.