Como en el más tosco de los guiones de cine social, la vía Laietana ha recibido la manifestación de los sindicatos mayoritarios por el Primero de Mayo con la mejor experiencia que el centro de Barcelona puede ofrecer: Rodeándola de turistas haciendo fotos desde la puerta de hoteles de tres estrellas y franquicias de cafeterías. La tradicional manifestación del día del trabajador, tanto verbena como protesta, ha congregado más de 5.000 militantes de Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores -2.000 según la Guardia Urbana- en su clásico recorrido entre Plaza Urquinaona y la Plaza Idrissa Diallo. En una jornada de conmemoración de las acumuladas victorias de la negociación colectiva en el último curso, de la reforma laboral en la subida de el SMI a 1.080 euros, líderes sindicales y representantes políticos de las formaciones de izquierdas han aprovechado para pedir el voto a «la clase trabajadora«.
Durante la ponencia de final de fiesta, en un escenario situado junto al edificio de Correos, el secretario general de las Comisiones Obreras de Cataluña, Javier Pacheco, ha gritado los trabajadores a «llenar las urnas de progreso y de derechos», pidiendo el voto para opciones políticas que «den continuidad a la agenda progresista» que identifica con los valores del sindicato. En una edición marcada por el ciclo electoral que comenzarán las municipales del próximo 28 de mayo, los líderes políticos del espectro de la izquierda catalana que suelen acompañar los representantes de los trabajadores se han hecho notar especialmente: Tanto Oriol Junqueras como Miquel Iceta han sido presentes a la movilización -en el primer caso, con una cabecera propia de Esquerra Republicana-, así como la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, que se ha sumado a demandas de CCOO y UGT como el control de precios o la intervención del mercado del alquiler.
Un año después de un Día Internacional del Trabajador especialmente combativo ante la perspectiva de la caducidad de más de un millón de convenios colectivos en Cataluña, y con muchos de los acuerdos sectoriales del país acordados con varios niveles de satisfacción para los sindicatos, ni Pacheco ni el secretario general de la UGT Camil Ros han aflojado en su embate contra la patronal. En el acto sindical al final de la movilización, el máximo dirigente de CCOO en el país ha insistido en la máxima de que hacen bandera desde el inicio de la crisis de precios: «O Salarios, o conflicto». El líder sindical ha denunciado los crecientes beneficios de «empresarios indecentes» en medio de una espiral inflacionista a la baja, todo recamant que «se distribuyan los miles de millones» que, asegura, está ganando el sector privado con el traslado a precios de los costes de materias primas.
Por su parte, Ros ha querido ver el vaso medio lleno poniendo el foco en las reformas acordadas con el gobierno central en los últimos meses, como la superación del umbral de los 1.000 euros en el salario mínimo interprofesional o el logro del 50% de la contratación indefinida desde la entrada en vigor de la reforma laboral. «Si este primero de mayo podemos decir que el sindicalismo es útil es porque la movilización sirve», ha espetado Ros pocos meses después de un «otoño caliente» que ha concentrado convocatorias de huelga a sectores desde la construcción hasta la industria del metal. En una pequeña concesión a las patronales agrarias por el sufrimiento que genera la sequía sobre el campo, el dirigente de la UGT ha aprovechado para afear a los empresarios del campo su negativa a sentar a la tabla de diálogo con los trabajadores para actualizar el convenio colectivo agropecuario. El no rotundo de los empresarios del campo a actualizar las mesas salariales al SMI bloquea desde hace más de dos años el pacto con los trabajadores, como ha recordado Ros, alertando de más tensión dentro del sector.
La juventud enciende la vivienda
Pocos días después de la aprobación de la nueva ley de la vivienda, los sindicatos han puesto el foco en la crisis residencial como uno de los principales escollos para la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores; especialmente de los más jóvenes. «El problema -asegura Ros- es el precio de los pisos, no que falten». Los líderes sindicales han rechazado las reservas y críticas de patronales y empresas del sector inmobiliario al control de precios, y han exigido una intervención inmediata a uno de los mercados más tensos del país. En este sentido, Pacheco ha reclamado a sus potenciales aliados institucionales medidas que solucionen el mientras tanto de una nueva norma que valora solo a largo plazo. La construcción de vivienda social, apunta el líder de las Comisiones Obreras, fundamenta un mercado residencial equilibrado «en unos años, y necesitamos medidas ahora».
Ante casos, especialmente concentrados en la juventud, en que el abono del alquiler se eleva hasta el 70% del salario -una realidad que los secretarios generales tildan de «indecente- Pacheco ha exigido una «intervención al mercado inmobiliario para bajar los precios». A esta demanda se ha añadido el colectivo de jóvenes de las Comisiones Obreras, en una concentración ante la Cámara de la Propiedad Urbana de Barcelona. En una protesta que, a diferencia de la del año pasado ante la sede de Fomento del Trabajo, no ha contado con la participación de los jóvenes de la UGT, los militantes han expuesto la distribución de un minihabitatge bajo el título «Bienvenido al tuyo
La derrota de las oposiciones
Durante la movilización, los representantes sindicales han aprovechado para atacar el Gobierno por el «follón» de las subcontrataciones en las oposiciones de los interinos que ha implicado las empresas Cegos y Randstad. A ellas ha dirigido sus críticas Ros, que ha asegurado que «en vez de cobrar, tendrían que pagar por el perjuicio causado»; todo reclamante «soluciones antes de que dimisiones, después ya veremos». Así, ambos líderes han criticado la tendencia a externalizar procesos y servicios públicos hacia el sector privado. «Externalizar lleva a la precariedad», lamentan desde UGT. Por su parte, Pacheco ha exigido que «se depuren responsabilidades» después de la derrota, todo atacante la «voluntad de continuar privatizando», un procedimiento, asegura, «nocivo» para la gestión pública del país. La alcaldesa de Barcelona se ha añadido a las exigencias de los representantes de los trabajadores, todo reclamante «explicaciones» en la Generalitat. Coláis ha pedido que se concrete «como se resolverá el proceso para garantizar que se hagan estas pruebas».
Con todo, la manifestación ha integrado, como cada año, el carácter festivo que los sindicatos mayoritarios imprimen en el Día del Trabajador. De acuerdo con las tendencias, el escenario ha cambiado Rigoberta Bandini por el