La eurozona sigue el camino de Alemania y confirma la recesión técnica. Todo y el buen rendimiento de economías como la española o la francesa, que sostienen crecimientos moderados, los países del euro encadenan ya dos trimestres consecutivos de ligeras contracciones de su PIB. Según los datos del Eurostat, la economía de la zona euro decreció un 0,1% entre enero y el marzo del 2023, el mismo ritmo con que cerró el cuarto trimestre del 2022.
La oficina estadística europea contradice con los últimos datos su último pronóstico de crecimiento, publicado a mediados de mayo. Antes de la actualización de este jueves, el organismo esperaba que la zona euro registrara a cierre de marzo un crecimiento del 0,1%, revirtiendo así la tendencia bajista comenzada el octubre del 2022. Se trata, pues, de la primera vez que el conjunto de los países del euro registran una recesión técnica desde los primeros dos trimestres del 2020, cuando la pandemia arrastró el conjunto de las economías a bajadas históricas.
Europa aguanta
Si se observan los datos comunes de los 27, pero, la tendencia es opuesta. El conjunto de la UE, más allá de la eurozona, ha conseguido evitar los dos trimestres consecutivos de contracción económica con una alza del PIB a finales de marzo del 0,1% –a pesar de que el rendimiento a finales del 2022 fue todavía peor, en cuanto que experimentó un decrecimiento de dos décimas–. La Unión en conjunto sigue así el camino marcado por otras economías globales, como por ejemplo los Estados Unidos, que cerraron el primer trimestre con una aceleración económica del 0,3%, o Japón, con un incremento del producto interior bruto del 0,7%.
Alemania, la locomotora de la crisis
De entre las grandes economías de la zona euro, es Alemania la que más pérdidas tiene que lamentar –y la que más arrastra hacia el decrecimiento el PIB del conjunto–. La República Federal lamenta disminuciones de su producto interior bruto acumuladas de un 0,8%, a razón de cinco décimas el cuarto trimestre del 2022 y tres décimas lo primero del 2023. Por su parte, Francia no ha llegado a retroceder en ningún momento, con un estancamiento a finales del curso pasado y una alza del 0,2% para comenzar el presente; mientras que el Estado español celebra un crecimiento del 0,5%, próximo en el italiano, del 0,6%.
