La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha alertado a la Unión Europea de que la economía del viejo continente se encuentra en un modelo de crecimiento orientado “en un mundo que desaparece”. Por ello considera que desde la UE se debe potenciar el mercado interior, reduciendo barreras internas y adoptando un enfoque “más radical”, ya que considera que prolongar la inacción generaría una pérdida de crecimiento, que “no solo sería decepcionante, sino que sería una irresponsabilidad”, puntualizó Lagarde en un foro bancario celebrado este viernes en Frankfurt.
En su intervención, Lagarde ha repetido un mensaje que hace tiempo que resuena respecto a Europa y sus ambiciones económicas. En su discurso de este viernes recordó que desde la UE se potenció la globalización a través de las exportaciones, lo que representó una “fuente de resiliencia” durante muchos años, pero ahora supone un modelo de crecimiento que está orientado a “un mundo que desaparece gradualmente”, que genera crecimiento desigual y ha aumentado la dependencia en otros países para generar riqueza, lo que ha causado un estancamiento de la productividad interna. Además, también añade que la UE está afectada por una “vulnerabilidad común” en todas las grandes economías que se da a través de la instrumentalización de la dependencia en las materias primas.

Potenciar el mercado interior
Por ello Lagarde considera que se debe actuar en desarrollar la economía doméstica de la UE, apuntando al “potencial sin explotar” del mercado interior. En este sentido, la presidenta del BCE ha señalado que las barreras comerciales dentro de la UE continúan siendo demasiado altas en los sectores clave.
Además, en su discurso, Lagarde también ha defendido la importancia de agilizar la toma de decisiones, con cambios como la expansión de la votación por mayoría en los ámbitos de los cuales depende el crecimiento europeo, en lugar de exigir unanimidad, ya que según Lagarde impide “avances significativos hacia la culminación del Mercado Único”, y además crea más fragmentación en algunos ámbitos como el digital. En este sentido, la presidenta del BCE ha defendido adoptar “un enfoque más radical de simplificación”, por el cual ha propuesto crear nuevos marcos jurídicos de la UE que sean opcionales y que coexistan con el derecho nacional en lugar de sustituirlo.
Para finalizar, Lagarde ha afirmado que un Mercado Único europeo de verdad pasaría por “no depender de las decisiones de otros, solo de las nuestras”, y que por eso Europa “debe decidir cómo avanza, ya que el mundo no se detendrá”. En esta línea, ha asegurado que la experiencia de este año debe dar confianza sobre las fortalezas europeas, y que requieren más voluntad política para utilizar las herramientas para multiplicar estas fortalezas.

