Completar la integración económica europea es, según el tejido empresarial de la Unión, una «urgencia». Según el exprimer ministro italiano Enrico Letta, la integración completa de los mercados comunitarios es necesaria en «los próximos cinco años». «La competición contra China, los Estados Unidos o la India no podrá tener éxito si no vayamos juntos -ha declarado el político-; sin completar el mercado interior, desapareceremos». El dignatario ha expuesto así el enfoque preliminar en un informe sobre integración de mercado comunitaria este lunes a la sede de Fomento de el Trabajo en el marco de la jornada
Ha coincidido el que fuera ministro de trabajo, comisario europeo de competencia y vicepresidente de la Comisión Europea Joaquín Almúnia, en un llamamiento a «completar la caja de herramientas para la moneda única». Almúnia, en su intervención a la jornada, ha reivindicado el camino hacia instituciones como un tesoro europeo «que emita deuda en nombre de todos los países miembros», una unidad fiscal o un mercado de capitales completamente integrado. En la misma línea de Letta, el español ha alertado que el tiempo no es un activo del cual la Unión disponga. «Hay muchas cosas a hacer, y no tenemos 30 años para hacerlas», avisa el exsecretario general del PSOE, con retos a medio plazo como la transición energética, la descarbonización de las economías continentales o la completa digitalización de los activos de los países de la moneda única. Sin estas nuevas estructuras reguladoras e institucionales, continúa, «no mejoraremos» en una economía globalizada y cada vez más competitiva. La receta de Almúnia, compartida por Letta, es «una mayor uniformidad» legal, impuesta por Bruselas con una traducción más dura de sus órdenes a los estados. «El mercado interior 2.0 seguramente pide más reglamentos y menos directivas», espeta Almúnia -dado que los reglamentos son de aplicación inmediata en todos los estados de la Unión, mientras que las directivas reclamen una transposición legal por parte de los gobiernos de turno-.

La banca, el primer paso
La unidad de mercado a Europa, con un tráfico real de trabajadores y mercancías, requiere una primera caída de las fronteras financieras y bancarias que todavía separan la banca de la Unión. La fragmentación del mercado bancario europeo, según ha lamentado el presidente del Banco Sabadell Josep Oliu, limita enormemente la competitividad de las entidades comunitarias a los entornos globales. «Cómo es posible que la banca europea todavía valga tan poco en comparación con la del resto del mundo?», interroga el empresario, alertando que «una banca poco valiosa no es capaz de atraer capital, ni de mejorar la capacidad de financiación del sector privado». Cómo en el caso del mercado único o el tesoro común, Oliu critica que «no se haya acabado la arquitectura del sistema de regulación y supervisión bancaria con un sistema de resolución; unas garantías europeas» para los bancos que se encuentran con dificultades. «La aproximación a los mecanismos de quiebra son diferentes a los varios países», argumenta el presidente del Sabadell, con una «fragmentación» reguladora que «retrotrae el mercado de capitales». «Es importantísimo un sistema bancario rentable, potente, con el dinamismo suficiente para responder a las necesidades de las empresas», reitera Oliu.
Reclamaciones empresariales
En un sentido similar al resto de voces del acto, el presidente de Fomento del Trabajo Josep Sánchez Llibre ha reclamado una «mayor armonización» de las normativas fiscales de la Unión, especialmente en el ámbito de la transición energética. «Que no primi la sostenibilidad por encima de la competitividad de nuestras empresas», ha exigido el representante patronal, en una crítica hacia la cierta «sobrerregulación» que implementen algunos de los gobiernos de la Zona. Más allá de la simplificación, y ante un deseable endurecimiento de las condiciones de las normas europeas, Sánchez Llibre ha pedido a las autoridades de Bruselas que «antes de poner en marcha cualquier norma reguladora, se evalúe su impacto por no desembocar en nuevas trabas para la empresa».