El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, comienza a construir mayorías en las agencias económicas tras los intentos de purga de las últimas semanas. Una de las voces más favorables al mandato de la Casa Blanca dentro de la Reserva Federal, el gobernador Christopher Waller, ha avanzado que intentará impulsar una reducción agresiva de las tasas de interés en la reunión de política monetaria del próximo mes de septiembre. Según Waller, los conservadores abren la puerta a una rebaja «jumbo» dependiendo de los datos de empleo del mes de agosto, que podrían mostrar un «debilitamiento sustancial» al final del verano.
Waller fue, junto con la también gobernadora Michelle Bowman, el protagonista de la ruptura histórica de la disciplina en el encuentro de la Fed del pasado mes de julio, cuando se registraron por primera vez en tres décadas dos votos contra la postura del presidente del banco central, Jerome Powell. De hecho, consta en la lista de potenciales sucesores de Powell cuando este abandone el cargo, en mayo de 2026. En su declaración de este viernes, recogió la posición de su jefe técnico, con una referencia a un recorte de tasas de 25 puntos básicos, similares a las que ha implementado el Banco Central Europeo durante todo 2025. Sin embargo, se ha aferrado a los datos de desempleo para ser más ambicioso, en línea con las exigencias de Trump. La Casa Blanca lleva tiempo presionando por una disminución del costo del crédito de un 1%, una noción que Powell ha descartado rotundamente.
Desde aquel encuentro de gobernadores, Waller ha justificado su voto negativo con argumentos cercanos a los asesores económicos de Trump. Según ha remarcado, «en julio, mirando los efectos de los aranceles, con la inflación subyacente cerca del objetivo y los riesgos inflacionistas limitados, argumenté que el comité no debería esperar al mercado laboral para bajar las tasas». A juicio de Powell y los suyos, sin embargo, la guerra comercial ya comienza a afectar los precios, como constataba el ligero aumento -de una décima, hasta el 2,4- del core. De hecho, fuentes del mercado consultadas por Món Economia aseguran que los importadores estadounidenses ya no pueden asumir las tarifas, y comenzarán a trasladarlas a precios a partir del final del verano. A pesar de estos peligros, Waller sostiene que «el argumento para bajar las tasas es aún más fuerte hoy, y los riesgos para el mercado laboral han incrementado».

Problemas laborales
Es importante recordar que los datos laborales de los Estados Unidos están, también, inmersos en una polémica provocada por el presidente. El pasado julio, la Agencia de Estadísticas Laborales, la rama de la administración federal que estudia la salud del mercado laboral, hizo públicas unas cifras de nuevo empleo mucho peores de lo esperado -73.000 nuevos empleados en un mes, unos 40.000 por debajo de las estimaciones del mercado-. Este traspié fue suficiente para que Trump tomara medidas, pero no en materia reguladora: acusó a la directora del bureau, Erika McEntarfer, de haber «manipulado» las cifras para «hacerlo quedar mal»; y la despidió de manera fulminante. Permanece como jefe interino el número 2 de McEntarfer, William Wiatrowski; bajo la presión del Despacho Oval, que aspira a usar políticamente el instituto estadístico.
En el seno del consejo de gobierno, incluso descontando la ofensiva de Trump contra la oficina laboral, hay lecturas divergentes de las tendencias del empleo. Para Waller, un retroceso de la creación de puestos de trabajo rebaja las expectativas inflacionistas, en tanto que habrá menos dinero disponible en los bolsillos de los consumidores. Powell, por su parte, observa una situación paradójica: un enfriamiento de los nuevos empleados en paralelo a una nueva crisis de precios. La tesis del presidente de la Fed, entonces, es que una bajada de tasas demasiado agresiva podría llevar a los Estados Unidos a un período de estanflación, en tanto que el choque de precios no es de demanda -no hay demasiados estadounidenses comprando productos cada vez más caros- sino de oferta -los aranceles elevan los precios de origen, independientemente de cuántos clientes los quieran adquirir-. La respuesta definitiva llegará al mercado el próximo 17 de septiembre.