Las políticas proteccionistas del presidente de los Estados Unidos Donald Trump en este segundo mandato están marcando un momento clave en la historia del comercio mundial y los flujos internacionales. Tras imponer aranceles al acero y el aluminio, al sector automovilístico y a cualquier bien proveniente de fuera de los Estados Unidos en el llamado “día de la liberación”, ahora el jefe de la Casa Blanca quiere poner aranceles del 100% a un producto de consumo más difícil de limitar: las películas hechas en el extranjero que llegan a EE.UU.. Dentro del impacto limitado que esta medida puede tener en las producciones catalanas, la reacción de Trump responde, en parte, a unas advertencias de descenso de la industria en los Estados Unidos que desde hace tiempo alertan desde Hollywood.
En Cataluña el sector audiovisual sigue creciendo, generando actualmente un volumen de negocio de más de 8.500 millones de euros anuales. Según el último informe de Acció y el Clúster Audiovisual de Cataluña, la facturación de este ámbito ya supone el 3% del PIB catalán. Parte de este auge se ha impulsado con la llegada del ISE, la feria audiovisual Integrated Systems Europe, que se encuentra en Barcelona desde 2021, y que ha supuesto el crecimiento de empresas audiovisuales en un 15% en este período.
Parte de este crecimiento se debe a la adaptación a las nuevas tecnologías del sector y la fácil incorporación de las innovaciones. Aunque este anuncio de Trump proviene en un momento en que las empresas audiovisuales de Cataluña están muy internacionalizadas y tienen mucha facturación fuera de las fronteras del estado español, los mercados donde se distribuyen estos productos van más allá del estadounidense. Sergi Ovide Maudet, miembro del Clúster Audiovisual de Cataluña y gerente general de Ovide, una empresa de servicios y alquiler de material audiovisual, destaca que el estado no sería el país más afectado por estos aranceles a películas extranjeras. “La ventaja que encuentra España en cuanto a la producción audiovisual es que su principal mercado es el latinoamericano”, asegura Ovide. En este sentido, el idioma juega un papel fundamental en cuanto a la distribución y consumo de series y películas. Por eso Ovide destaca que el cine catalán y del estado “no tiene que pasar por Estados Unidos para tener éxito en otros segmentos”.

Aunque los mercados potenciales de las producciones estatales se encuentren más allá de EE.UU., las decisiones de Trump están afectando a diversos sectores económicos y en muchas ubicaciones, sobre todo por la incertidumbre que se establece en todo el mundo en cuanto a las expectativas de crecimiento económico de los estados.
Encarecimiento de las producciones estadounidenses
Más allá de las películas que puedan encontrarse con estos aranceles del 100% al llegar como producto final a los Estados Unidos, la industria cinematográfica ya se ha visto afectada, lo que hizo subir el precio del equipamiento audiovisual que se obtiene de países como China. Esta fue la experiencia de Francesc Sabata, COO de Sono, una compañía que integra servicios de ingeniería, montaje y mantenimiento. La empresa catalana estaba trabajando en un proyecto audiovisual en los Estados Unidos en el cual era necesario gestionar los equipos necesarios para una instalación en un museo.
Con la aplicación de los aranceles vieron que la obtención de material proveniente de China y Japón disparaba el presupuesto marcado. “Los precios que se habían cerrado al inicio se volvían inviables”, explica Sabata. Finalmente, esta instalación no se ha realizado. “No sabemos por qué el proyecto no ha salido adelante, pero por nuestra parte queda claro que el planteamiento inicial cambiaba y nos veíamos obligados a duplicar los precios por la entrada de los aranceles”, continúa.
En este caso, Sabata afirma que las dificultades que encontraron para llevar a cabo el proyecto “son problemas que tendrá cualquier empresa estadounidense” y que en este sentido los aranceles hacen perder competitividad “a todos por igual”, no solo a Sono por ser una empresa catalana trabajando en los Estados Unidos. Este incremento del precio del material para el audiovisual es uno de los últimos obstáculos que ha encontrado el sector para seguir con el crecimiento que distingue a la industria del país.

Las dificultades que encuentra Hollywood
Al encarecimiento de las instalaciones y equipamiento hay que sumar las huelgas de guionistas y actores que tuvieron lugar durante el 2023, que causaron retrasos y cancelaciones en producciones, pérdidas económicas -estimadas en miles de millones de dólares- y un cambio en la publicación de contenidos en las plataformas. Además, esta parada de casi cuatro meses en Hollywood acentuó la marcha de diversas producciones fuera de los Estados Unidos a países como el Reino Unido o Canadá, donde grandes proyectos audiovisuales encontraban costos más bajos e incentivos fiscales que los atraían.
Ante este anuncio de aranceles, que hizo caer el valor en bolsa de algunas empresas del sector audiovisual, el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, propuso un programa de créditos de hasta 7.500 millones de dólares y trabajar conjuntamente con Donald Trump para poder impulsar la producción de películas en los Estados Unidos. Aunque con el anuncio inicial del magnate parece que se quieran penalizar las películas extranjeras, el objetivo del republicano pasaría por -como con los otros aranceles- querer fomentar y promover las producciones de Hollywood, que ha visto durante tiempo cómo los estudios aprovechaban costos más bajos en otras localizaciones para sus producciones.
Descifrar de manera clara las intenciones de Trump puede ser complicado dentro del contexto tan cambiante que él mismo genera en cuestiones económicas, pero las incertidumbres e inseguridades que los Estados Unidos generan en cuanto al comercio mundial producen un entorno poco favorable al consumo en todos los sectores. Además hay que añadir las contramedidas que diversos países han aplicado a EE.UU. para responder a las represalias de Trump. De momento no se conocen anuncios de este tipo de medidas en cuanto al cine, pero Ovide asegura que “en un sector con tantos desequilibrios como el del cine y la televisión, si todos comenzaran a aplicar aranceles los Estados Unidos sería el país más afectado”.