Un 32% de los nuevos compradores de viviendas en el Estado han cerrado sus operaciones sin ningún tipo de financiación bancaria. Según concreta el portal inmobiliario Fotocasa, las compras de viviendas sin hipoteca han crecido cinco puntos en el presente curso, y ya frota un tercio de todas las adquisiciones durante la primera mitad del año. El escalada de los tipos de interés, que ha encarecido sustancialmente los préstamos hipotecarios desde finales del 2022, es el principal impulsor de esta tendencia que ya se detectaba durante los años posteriores a la pandemia.
De este 32% que decidió no optar por financiación bancaria para la compra de una nueva vivienda, hasta el 18% lo hizo con sus ahorros, sin intervención de jefe otra ayuda exterior. Un 8% pidió apoyo a sus familiares; mientras que un 6% enfrentó el desembolso con el dinero conseguido de la compra de otro inmueble. Según la empresa, la mala situación macroeconómica y el endurecimiento de la política monetaria europea ha forzado los consumidores a «buscar otras fòrmules» para adquirir una residencia, en cuanto que los préstamos bancarios ya no son «atractivos».
La ayuda de la pandemia
Según Fotocasa, el crecimiento de las compras sin financiación bancaria puede surgir de un «efecto hucha llena», un momento de alta concentración de ahorros entre los consumidores locales. El ahorro generado durante los periodos de restricciones sanitarias del 2020 y el 2021 es, todavía ahora, buena parte de la base monetaria que ayuda a abonar el montante completo de una vivienda sin ningún tipo de financiación bancaria. Además, para aquellos que pueden permitirse acceder a la compra de un inmueble sin pedir un préstamo hipotecario, el sector se presenta como un valor seguro en un momento de elevada inestabilidad financiera global. Comprar un piso, pues, acontece una «operación atractiva» para asegurar la salud de una cartera inversora cuando otros valores se encuentran en riesgo.