La tecnología catalana se encuentra en uno de sus mejores momentos de los últimos tiempos. Este martes precisamente se ha hecho público que la farmacéutica barcelonesa Reig Jofre abrirá una nueva filial en la República Checa, donde ya opera mediante acuerdos de distribución, como parte de su estrategia de expansión internacional. Hace unas semanas se confirmaba el acuerdo para que el fondo de inversión Carlyle Europe Technology Partners (CETP) se convirtiera en socio mayoritario de la consultora vicense de servicios y soluciones tecnológicas Seidor, un movimiento que buscaba impulsar la firma catalana hasta convertirla en una de las «principales consultoras tecnológicas mundiales».
Estos son solo algunos ejemplos de una dinámica positiva que contrasta con la bajada que han sufrido durante el primer semestre las exportaciones catalanas de productos de alto contenido tecnológico. En concreto, según datos del Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat), el descenso del 12,5% se ha observado en todos los grupos de esta categoría, que incluye productos farmacéuticos, informáticos, electrónicos, ópticos y aeronaves. Por zonas geográficas, resalta que la bajada ha sido más acentuada fuera de la UE, donde en el acumulado en los seis primeros meses del año las ventas han sido un 18,5% inferiores respecto del mismo periodo del ejercicio anterior. En la UE la caída se ha moderado hasta el 6,1%. Así mismo, también han bajado las importaciones, que en el primer semestre han bajado un 12,1%.