La Seguridad Social volvió a registrar un saldo positivo al cierre del mes de agosto. Según ha informado este viernes el Ministerio, el superávit fue de 2.869 millones de euros durante los ocho primeros meses del año, el equivalente al 0,2% del PIB. Estos resultados llegan después de ingresar un total de 136.640 millones de euros, un 12,6% más que el año pasado ante unos gastos por valor de 133.771 millones, según los datos publicados. Este saldo positivo de la Seguridad Social se ha producido después de conseguir un nuevo máximo histórico de ingresos por cotizaciones, con 101.750 millones de euros, un 9,8% más que en el mismo periodo de 2022, el mayor crecimiento interanual en dieciséis años en un periodo enero-agosto. Descontando los ingresos procedentes del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), la recaudación por cuotas creció un 8% interanual hasta agosto, el tercero mayor repunte de los últimos veinte años después del de 2007 y 2022, según ha destacado Ministerio.
Si se comparan los ingresos por cotizaciones de este año con los de 2019, último ejercicio no afectado por la pandemia, el aumento de la recaudación es del 24%, con 19.513 millones de euros más que entonces. La subida de los ingresos por cotizaciones se vio impulsada por las cuotas de los ocupados, que se incrementaron entre enero y agosto un 10,3%, hasta los 96.096 millones de euros, a causa del “buen comportamiento de la ocupación”, mientras que las efectuadas por los parados aumentaron un 2,5%, hasta los 5.654 millones de euros.
En términos de caja, la recaudación líquida del sistema logró, entre enero y agosto, los 133.828 millones de euros, un 11,5% más, en contraste con unos gastos por valor de 133.461 millones, un 9,8% más que en el mismo periodo del año pasado. Las transferencias recibidas por la Seguridad Social ascendieron a 32.734 millones de euros en los ocho primeros meses del año, con un repunte interanual del 17,4%.
La partida más significativa corresponde a las transferencias recibidas del Estado y Organismos Autónomos, que aumentó un 20,6%, hasta los 29.736 millones de euros. El Ministerio ha explicado que este incremento se debe a la percepción más grande de fondo para garantizar el cumplimiento de la Recomendación Primera del Pacto de Toledo, relativa a la separación de fuentes de financiación.
El gasto en pensiones contributivas aumenta
Por el lado de los gastos, las prestaciones económicas a familias e instituciones fueron de 125.085 millones de euros, un 9,5% más que en el mismo periodo del 2022. Esta cifra representa el 93,5% del gasto total realizado en el sistema de Seguridad Social. La partida más grande, de 114.987 millones, corresponde a pensiones y prestaciones contributivas, con un crecimiento anual del 9,5%.
En concreto, el gasto en pensiones de invalidez, jubilación, viudedad, orfandad, en favor de familiares y complementos para la reducción de la brecha de género aumentó un 10,7%, hasta los 102.962 millones de euros. Esto fue por el número más grande de pensionistas (+1,2%), la subida de la pensión mediana en un 9,6% y la revalorización general de las pensiones contributivas en un 8,5% para este año.
En cuanto a las prestaciones en concepto de nacimiento y cura de menor, corresponsabilidad en la cura del lactante, riesgo durante el embarazo y durante la lactancia natural y cura de menores por cáncer u otra enfermedad, el gasto se elevó hasta los 2.656 millones de euros, un 5,7% más. Por su lado, el gasto en subsidios en incapacidad temporal disminuyó un 0,3% en los ocho primeros meses, hasta los 8.860 millones de euros.
A las pensiones no contributivas, incluidos los complementos por mínimos de las pensiones contributivas, se destinaron hasta agosto 6.643 millones de euros, un 6,9% más que en igual periodo de 2022, mientras que a subsidios y otras prestaciones no contributivas se dedicaron 3.456 millones de euros, un 16,5% más. Dentro de esta última cantidad, 3.268 millones correspondieron a prestaciones familiares, un 16,8% más.