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Santacreu se suma a la oposición contra el impuesto a las energéticas

El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Josep Santacreu, se suma a las voces del mundo empresarial críticas con el impuesto a las energéticas. A la espera de la aprobación del mantenimiento de un gravamen que comenzó como temporal y excepcional y que ahora Moncloa aspira a hacer definitivo, Santacreu ha criticado la medida, señalando los riesgos que supone para las inversiones de un sector energético que «debe hacer la transición sostenible«. «El hecho de poner impuestos extraordinarios en sectores concretos es una incoherencia en una economía avanzada», denuncia el representante cameral, alertando de los efectos perniciosos que este puede tener sobre Cataluña. Cabe recordar que Repsol, una de las petroleras afectadas por la tasa, ha pasado al ataque anunciando la posibilidad de congelar iniciativas como las previstas en el complejo petroquímico de Tarragona.

Así, Santacreu ha pedido a las administraciones españolas que no tomen decisiones que puedan «afectar a la capacidad inversora» de compañías del sector. La tasa, cabe recordar, grava el 1,2% de los beneficios de aquellas empresas que superan los 1.000 millones de euros de facturación. En el caso de la misma Repsol, el año 2023 ganó más de 3.600 millones de euros, la tercera mejor cifra de su historia -después de un 2022 de récord donde el balance estuvo impulsado por la crisis inflacionista-. También Iberdrola, otra de las contribuyentes que carga con el gravamen, ha disparado sus ganancias durante el curso: la multinacional dirigida por Ignacio Galán ha comunicado un resultado neto superior a los 5.470 millones de euros durante los primeros nueve meses del curso, un aumento del 50%. Aun así, el sector alerta que este 1,2% puede afectar negativamente su capacidad para dedicar recursos a estas inversiones en transición energética necesarias para cumplir con los objetivos de descarbonización.

El conseller delegat de Repsol, Josu Jon Imaz / EP
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz / EP

Cámara se suma a Foment

Así, Santacreu se une al posicionamiento -mucho más vehemente- que ya ha dejado claro la patronal catalana de las grandes empresas, Foment del Treball. A juicio de la entidad presidida por Josep Sánchez Llibre, la situación generada por la medida «pone en riesgo la continuidad de diversas inversiones importantes en todo el país en un sector económico crucial». En este sentido, ha reclamado a la Generalitat que «evite» que el impuesto a las grandes energéticas se convierta en temporal, dado «el ataque al corazón de la economía» que detectan. La portavoz del ejecutivo, Sílvia Paneque, ya descartó cualquier presión a Moncloa en este sentido; dado que el Gobierno celebra medidas de «fiscalidad responsable» como esta. También Junts per Catalunya y el PNB han mostrado especiales reticencias respecto al acuerdo entre PSOE y Sumar para hacer permanente el tributo, especialmente a raíz del aviso de Repsol sobre la petroquímica tarraconense. Con todo, habrá que esperar para comprobar si el gobierno de Pedro Sánchez reúne apoyos parlamentarios suficientes para sacar adelante la iniciativa en el Congreso de los Diputados.

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