El mercado eléctrico vivió un desplome de los precios muy importante durante una semana seguida el febrero del 2024. Esta situación provocó que el
La evolución del mercado mayorista de la electricidad solo tiene una incidencia directa en la factura de los más de ocho millones de clientes que tienen contratada la tarifa regulada, es decir, aquellos que responden directamente de la fluctuación del mercado. Además, su impacto se ha ido reduciendo por la reforma aprobada por el gobierno español para dar más estabilidad a la factura. Cuando los precios escalaron de manera extraordinaria, la tarifa regulada se convertía en una pesadilla por los usuarios, el que provocó la puesta en marcha de la excepción Ibérica, que Pedro Sánchez consiguió aprobar en Bruselas para el estado español y Portugal. Por otro lado, el precio de la energía no es el único parámetro que se tiene en cuenta a las facturas, tanto los que tienen tarifa regulada como la mayoría que ha optado por una tarifa del mercado libre (el precio del cual fijan libremente las compañías eléctricas).

Impuestos por renovables y sobrecostes de los territorios
Además de la energía, la factura también incluye impuestos específicos que determinan los gobiernos para pagar las retribuciones de las renovables, los sobrecostes de fuera de la península o la deuda del sistema eléctrico. A artes de los impuestos del gobierno español, también hay una parte de peaje de acceso que establece la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC). Estos se utilizan para financiar los costes de las redes de transporte y de distribución. De este modo, que el mercado eléctrico marque cero solo implica una reducción en la factura, pero por norma nunca quiere decir que la electricidad sea gratuita.




